El efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA) que disparó y mató de al menos cuatro disparos a un adolescente de 17 años que intentó asaltarlo mientras arreglaba un desperfecto en una camioneta en la localidad bonaerense de Zárate, fue puesto en libertad luego de ser indagado por la fiscal de la causa, informaron hoy fuentes judiciales.
La fiscal Patricia Andrea Palacios, de la Unidad Funcional de Instrucción 7 de Zárate, resolvió concederle la libertad al efectivo policial, aunque continuará imputado por el delito de “homicidio en exceso de la legítima defensa”, añadieron las fuentes.
¿Cómo sucedió el episodio?
El hecho ocurrió a las 23.40 del domingo, cuando dos suboficiales de la Policía Federal Argentina (PFA), Christian Exequiel Cadoppi, un sargento primero que presta servicio en la División Custodias y Servicios Especiales, y Pablo Nahuel Arce, un sargento asignado a los tribunales federales de Comodoro Py, pararon en la banquina por un desperfecto mecánico en la camioneta marca Suzuki Grand Vitara color azul en la que se desplazaban.
De acuerdo a la reconstrucción oficial, tres jóvenes se acercaron armados con intenciones de robarles mientras ellos arreglaban el vehículo y, según lo relatado por los policías de la PFA apuntados por la muerte del adolescente, se produjo un intercambio de disparos entre un sargento y los delincuentes, uno de los cuales cayó herido con un tiro en el pecho, mientras que sus dos cómplices escaparon.
Cadoppi y Arce regresaban de pescar. Mientras circulaban por la Ruta 193, a bordo del vehículo particular del agente de Custodias y Servicios especiales, la Suzuki Grand Vitara, apenas unos metros antes de llegar al cruce con la Ruta Nacional. 9, la camioneta sufrió un desperfecto mecánico en el embrague, que los obligó a frenar. Desde allí, según declararon los policías tras el hecho en una comisaría local de la Policía Bonaerense, pidieron por teléfono el auxilio mecánico correspondiente.
Cuando llegó la grúa del seguro, el conductor de la misma les explicó que podía realizar el remolque del vehículo pero que por cuestiones de espacio y protocolo, solo podía trasladar a un solo acompañante dentro del habitáculo de la grúa. Entonces los agentes federales no aceptaron y la grúa se fue del lugar sin cumplir con el servicio. Entonces Cadoppi llamó a una amiga para pedirle ayuda. La mujer llegó poco más tarde a bordo de un Chevrolet Corsa.
Mientras los dos policías y la amiga intentaban arreglar el coche aparecieron supuestamente los tres jóvenes. Según declararon, los asaltantes llegaron caminando desde un costado de la ruta. Uno de ellos tenía un arma, con la que apuntó a Cadoppi, le pidió sus pertenencias y le robó el teléfono celular.
En ese mismo momento, Arce sacó un arma de fuego particular -una Glock 19 9 milímetros, no reglamentaria, que ya fue secuestrada por los investigadores dado que, además, tenía los permisos vencidos en noviembre pasado- y disparó siete veces. Cinco balas impactaron en el cuerpo del joven asaltante que le apuntaba a su compañero: tres en el tórax y dos en una de sus piernas.
El ladrón, cuyas iniciales son N.C.O., cayó desvanecido sobre el asfalto producto de las heridas sufridas, mientras sus cómplices huyeron a pie hasta ser perdidos de vista por las víctimas del robo. Los policías y la amiga de estos resultaron ilesos. La mujer logró refugiarse adentro del auto. Cadoppi explicó que él no usó su arma porque estaba en la guantera de la Suzuki.
Al arribar la ambulancia, el médico del Servicio de Emergencias Municipales (SEMU) de Zárate constató que el herido había fallecido. Allí comprobaron que el adolescente tenía 17 años y luego certificaron que en su legajo había antecedentes penales. Los médicos comprobaron que a su lado había una pistola calibre .32 sin marca ni numeración visible, con dos balas en la recámara.