A casi dos años del femicidio de la joven Stella Maris Ramírez, ocurrido en Lima, Carlos Entivero y Amelia Itatí Lezcano afrontarán este año el debido y tan esperado proceso judicial.
Vale recordar que los imputados Lezcano y Entivero son madre e hijo, serán juzgados por el delito de «homicidio doblemente agravado por tratarse la víctima una persona con quien el autor mantenía una relación de pareja conviviente y por ser cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género», la denominación jurídica para lo que se conoce como femicidio.
En este marco, a fines del mes pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 del Departamento Judicial Zárate-Campana fijó la realización de la audiencia preliminar que tendrá lugar hoy a las 13:00 donde se abordarán cuestiones relacionadas a la prueba presentada, alguna medida particular solicitada por alguna de las partes o la existencia de algún planteo de nulidad, entre otros aspectos previos al juicio oral.
El Ministerio Público Fiscal estará representado por el Fiscal de Juicio Dr. Alejandro Irigoyen y se estima acompañará el pedido de pena de prisión perpetua para los acusados.
EL CRIMEN
Según estableció el fiscal de instrucción Alberto Gutiérrez, el crimen ocurrió aproximadamente entre las 22 del día 2 de agosto del 2019 y el 5 de agosto de ese año, en el interior de la vivienda situada en calle 60 al 200 de Lima.
«Más precisamente dentro del garaje y comedor de dicho inmueble, donde la víctima convivía con el imputado Entivero y Lezcano, actuando en coautoría criminal, produjeron la muerte de Stella Maris Ramírez», precisó el funcionario judicial en la elevación a juicio.
De acuerdo a la pesquisa, «en dichas circunstancias y mediando un contexto de violencia de género», el hombre le «profirió gritos y propinó golpes contra la humanidad de Stella, en especial, empujándola contra la pared medianera y efectuándole golpes en otras partes del cuerpo y aún, encontrándose con vida la nombrada, los imputados esperaron hasta su mortal deceso para luego trasladarla fuera de la casa, procediendo a limpiar los rastros que dejó el suceso criminoso».
El fiscal Gutiérrez determinó que los acusados «se deshicieron de pruebas fundamentales como ser el teléfono celular de la víctima y las prendas que usaba habitualmente, así como también, lavaron sus propias vestimentas y aquellas que tenían rastros de la occisa, mientras que a otras prendas las quemaron en el fondo de la casa».
En tanto, debido al estado de putrefacción del cadáver, en la autopsia realizada en la morgue judicial de Campana no se pudo determinar la causa de la muerte y se estableció que el fallecimiento se había producido entre el lunes 5 y martes 6 de ese mes, entre 3 y 4 días después de su desaparición.
Es que algunos vecinos habían declarado que el viernes 2 habían escuchado gritos y golpes en la vivienda ubicada en el barrio Granja 8, de la localidad de Lima.
El cadáver decapitado fue encontrado el 21 de agosto de 2019 a tres kilómetros de la orilla del Club de Pesca de Lima.
Ramírez (26), oriunda de la provincia de Chaco, desapareció 19 días antes de su casa, aunque la denuncia fue realizada el martes 13 de agosto, cuando su familia, que vive en esa provincia norteña, se enteró por amigos y vecinos de que no tenían rastros de ella.
Por ese motivo, voluntarios de la Brigada Canina K9 de Campana, junto con personal de diversas dependencias policiales de la zona y de Policía Científica, llevaron a cabo desde rastrillajes en la zona de Lima y alrededores.
En la casa de la joven, los pesquisas hallaron mediante el reactivo luminol rastros de sangre en la pared de una habitación, en la parte trasera de una camioneta y en el lavarropas, además de tomar muestras para ser analizadas con el fin de determinar si pertenecían a la desaparecida.
Ante esta circunstancia, el fiscal Gutiérrez dispuso el arresto de Entivero, quien actualmente está detenido en la Unidad Penal 3 de San Nicolás, y de Lezcano, la cual fue excarcelada meses después.