Hoy hace 25 años, Susana Edith Cantero, una joven que padecía epilepsia, salía de su casa de Barrio Bosch a encontrarse con un amigo en el baile del Club Pellegrini. Nunca volvió al barrio. Su cuerpo sin vida fue encontrado tres días después en un baldío a tres cuadras del baile, con signos de haber sido brutalmente vejado por varias personas, asesinado y guardado en un freezer. La familia acusó al entornó de los gobernantes de aquel entonces de encubrir y desviar la investigación. La Justicia nunca encontró a los culpables y la causa fue extinta por prescripción. Un dolor acompañado de impunidad, en uno de los hechos que más conmocionó a Zárate.
El sábado 13 de abril de 1996, la joven Susana Edith Cantero (21 años) salió de su casa a las 22hs, hacia al Club Pellegrini para encontrarse con un joven con quien se habría citado telefónicamente y nunca más se la encontró con vida.
Desde ese momento, nada se supo de ella. La familia comenzó la desesperada búsqueda de la joven sin resultados. Hasta que tres días después un llamado anónimo al canal de televisión local, indicó que había un cadáver en un baldío en la esquina de Julio A. Costa y Sargento Cabral, a cuatro cuadras del lugar donde algunos testimonios señalaron más tarde que la habían visto por última vez.
Según las primeras conclusiones del SEIT, -Servicio Especial de Investigaciones Técnicas-, la víctima presentaba huellas de trompadas y arañazos en el rostro, fractura maxilar, lesiones en todo el cuerpo , heridas hechas con objetos cortantes en la zona genital, esfínter destruído. También se concluye que la violación y el crimen se perpetraron con la participación de dos o más personas. Según un informe forense posterior, el deceso se habría producido 48 horas antes de hallado el cadáver, es decir durante la noche del domingo14 y la madrugada del lunes 15.
El cuerpo fue guardado en frío hasta ser trasladado hasta el lugar en el que fue hallado. Tendría restos de tierra y vegetación de otro lugar, además de dos hematomas en las rodillas que harían sospechar que fue arrastrado sin vida tomándolo desde las piernas. También fue minuciosamente lavado para borrar huellas.
En Zárate comenzó a comentarse que habría “peces gordos” involucrados en el horrendo crimen. El Juez Porta que reemplazó a la Dra. Andreini, primera en entender en la causa, ordenó detener a cuatro sospechosos (Guillermo Pesalache, Miguel Angel Pattini, Hilda Patricia Molina y Pablo Adrián Romero) quienes después de doce días recuperaron la libertad por falta de mérito. La investigación siguió empantanada, entonces comenzaron las marchas del silencio a principios de mayo encabezadas por la hermana de la joven Amelia Ibarra y su madre Modesta Ibarra.
Luego de mucho tiempo de infructuosas investigaciones, la familia ya no confiaba en la investigación policial, y aumentaron las dudas y las sospechas de la participación de poderosos en el encubrimiento del crimen. En 1997, en un programa radial, Amelia Ibarra y su madre por primera vez acusaron directamente al Intendente y a su entorno de encubrir el crimen de su hermana. En la semana siguiente salió una nota en la revista Gente, titulada “¿Una nueva María Soledad?”.
En una visita del gobernador Duhalde a Campana, a la que asistió el entonces intendente Oscar Morano, la madre de Susana Canteros los increpó públicamente y reclamó justicia a viva voz. El gobernador ordenó entonces que atiendan su reclamo y , a raíz de este incidente la causa Nro.12.352 “Cantero Susana Edith s/homicidio” pasó a la Dirección de Delitos de Alta Complejidad de La Plata. Se prometió una investigación más exhaustiva en el voluminoso expediente de 2.800 fojas.
En 1998, la causa tenía ya diez cuerpos y se realizaron una decena de marchas de silencio. Declararon más de 50 testigos y se realizaron 30 audiencias. Se ofreció una recompensa a los que aporten datos sobre el crimen, ofreciéndoles garantías de inmunidad e identidad reservada. Pero, nadie declaró. El tiempo continuó transcurriendo y la causa por el crimen de Susana Edith Cantero, se fue aquietando, silenciando y no hubo ningún detenido. El 14 de junio del año 2011, la Jueza de Garantías, Dra. Graciela Cione, resolvió la extinción del expediente penal por prescripción de la causa. A 25 años del crimen, el dolor sigue intacto rodeado de una marcada impunidad, con él o los responsables del crimen en libertad.
(Con información de: investigación de Pablo Milanesi para el Mensuario La Posta, años 1998-2000)