El pasado viernes 2 de julio se inició una nueva y definitoria etapa en el desarrollo del Proyecto CAREM25, con la firma del contrato para la terminación del edificio del reactor celebrado entre la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la empresa Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA).
El acuerdo fue firmado por la presidenta de la CNEA Adriana Serquis y el presidente de NA-SA José Luis Antúnez. De esta manera, se formalizó la nueva relación contractual a través de la cual la empresa operadora de las centrales nucleares argentinas vuelve a constituirse como contratista de la CNEA en la construcción del edificio, un rol que había ejercido en la primera etapa de esa obra, desde 2014 hasta 2017.
Al respecto, Adriana Serquis comentó que “la firma del contrato encomendando a Nucleoeléctrica Argentina para la finalización de la construcción de la obra civil del CAREM25, representa un hito muy importante en el comienzo de la reactivación del sector nuclear”.
Además, la presidenta del organismo agregó que “es un excelente auspicio para un camino conjunto en el que podamos fortalecer los vínculos para que la CNEA pueda continuar llevando a cabo otros proyectos. Nos apasiona la posibilidad de volver a tener un rol de articulación de las capacidades existentes”.
Por su parte, José Luis Antúnez afirmó que «el objetivo de colaboración con la CNEA forma parte de nuestro Plan de Acción, aprobado recientemente por el Poder Ejecutivo Nacional». En ese sentido, remarcó que «así como lo hicimos anteriormente, volvemos a acompañar a la CNEA en el Proyecto CAREM».
A mediados de 2020 se había firmado un contrato «de transición», a partir del cual los equipos de trabajo de la Gerencia Dirección de Obras CAREM (responsable de la dirección integral de la construcción) y de la Unidad de Gestión de Proyectos Nucleares de NA-SA comenzaron un proceso de ordenamiento y análisis de la documentación técnica referida al edificio y el grado de avance al que se llegó con la anterior contratista. Este análisis incluyó un relevamiento de materiales y del estado de las instalaciones, como también los subcontratos pendientes y la situación laboral de los trabajadores que habían sido cesanteados y con los que se acordó la paulatina reincorporación.
El objetivo global de aquel pre-contrato fue establecer las bases del que sería el acuerdo definitivo a partir del cual NA-SA retoma la ejecución de la construcción, bajo la dirección de CNEA. Este nuevo contrato establece una duración de 36 meses para completar el edificio del reactor, reeditando la sinergia entre la CNEA y NA-SA que en el pasado permitió iniciar la construcción y lograr importantes avances.
En esta nueva etapa se busca aprovechar el mayor grado de avance de la ingeniería y, en general, toda la experiencia obtenida por ambos actores durante los últimos años, como así también sostener y consolidar la buena relación que se ha ido forjando entre los equipos de trabajo y con los grupos de trabajadores, factores que indudablemente favorecerán el cumplimiento del objetivo fundamental de terminar la obra y poner en marcha el prototipo del CAREM. «Es una alegría que hayamos podido lograr, al fin, la firma de este contrato», indicó la gerenta de Área CAREM Sol Pedre. «Vemos buena predisposición de parte de NA-SA para colaborar con la terminación del CAREM, incluso más allá de lo que tiene que ver con la obra, lo que considero una muy buena señal para el proyecto y para la CNEA en su conjunto», agregó Pedre.