A pesar de la tendencia a la baja que habían tenido en los últimos años, durante la pandemia las cifras de causas por homicidios dolosos (con intención de matar) en la provincia de Buenos Aires se mantuvieron y los casos apenas se redujeron.
Las denuncias policiales por ese tipo de asesinato el año pasado fueron 919 contra 918 del año anterior. Y en esas causas, los muertos fueron 941 contra 954, lo que implica un caso cada nueve horas. En los últimos dos años los números son casi los mismos pero los contextos, muy distintos.
En gran parte de 2020, la circulación de la población estuvo reducida y es en el ámbito callejero donde se producen gran parte de los ataques que terminan en esas muertes. Los que analizan los números de la inseguridad temen que con la vuelta a la presencialidad los casos de 2021 registren un aumento en los casos.
Todos estos datos fueron relevados en el reciente informe publicado por la Procuración de la Suprema Corte en base a las denuncias policiales iniciadas en los 135 distritos bonaerenses. Según el informe de la Procuración, las zonas que concentran la mayoría de homicidios dolosos son el conurbano, La Plata y su periferia y Mar del Plata. En estas tres áreas, en 2020, se produjeron 808 casos, en 2020 casi el 85% del total.
Hay varios números que son descriptivos para comprender el mapa de crímenes en territorio bonaerense. Los ámbitos en los que se cometen determinan las características de algunas víctimas. Por ejemplo, más del 84% de los que mueren en estos delitos son hombres y el 63% del total ocurre en la vía pública, pero cuando se revisan los asesinatos producidos en viviendas, el 26,4% corresponden a femicidios. El 56% se ejecutan con armas de fuego.
Los principales móviles identificados en homicidios culposos ocurridos en la provincia de Buenos Aires en el año pasado son los conflictos interpersonales y no de los homicidios en ocasión de robo. Los primeros, con 294 denuncias ocupan el 32% del total. Los segundos son el 17%, con 157 investigaciones policiales relevadas. En este caso, según analistas, el encierro por la pandemia pudo haber modificado las cifras llevándolas de lugares públicos a espacios privados.
Luego de los conflictos entre personas y las muertes en asaltos, el 9,8% corresponde a femicidios, el 5,5% a violencia en el ámbito del grupo familiar y el 5,4% ajuste de cuentas, entre otros. La motivación indeterminada aparece en el 17,5% de las denuncias.
A pesar de que hay un convencimiento de que los menores son ejecutores habituales de delitos violentos, las cifras de homicidios contradicen esa percepción. El 92% de los casos corresponden al Fuero Criminal y Correccional y el 8,1% al Fuero Penal Juvenil.
En el 89,2% de los hechos investigados se cuenta con datos de imputados/ sindicados al momento del relevamiento y el 93,6% es de sexo masculino. O sea, según se desprende del informe, la enorme mayoría de las víctimas y victimarios de los homicidios culposos son hombres. Respecto de las personas que están privadas de libertad, el 93,9% hombres y el 6,1% de sexo femenino.
En los últimos años, las investigaciones por crímenes en la Provincia de Buenos Aires bajaron o se mantuvieron. Por eso, la expectativa al relevar un año como el 2020 era que los números bajaran. Se pasó de 2016, con 1.075 causas, a 2017, con 979; 2018, con 982, 2019, 918 y 2020, con 919.
En cuanto a las variaciones por territorio, la disminución más importante se produjo en el Departamento Judicial Lomas de Zamora, donde los casos bajaron un 16,4%. La contracara es un fuerte aumento de las denuncias en San Nicolás (85%) y Zárate-Campana (63%), con 12 casos cada uno. Son aumentos que no son significativos en el global pero para las realidades de dos lugares sin enormes índices de delito resulta llamativo.
Otro dato significativo es que el 59% de los homicidios en la provincia de Buenos Aires se produce entre las 20 y las 6 de la mañana.