Matías Oviedo fue encontrado por agentes de la DDI Zárate-Campana en Talar de Pacheco, tras estar prófugo más de un año. El Gobierno ofrecía una recompensa de medio millón de pesos por su captura. Ahora, finalmente, será juzgado. Está acusado de haber participado del crimen de Keila Moreira.
Vale recordar que el hecho se registró el sábado 17 de octubre del año pasado en una casa ubicada en la calle Barreto al 500, del barrio La Praderas de Campana.
Un llamado al 911 alertó sobre una joven fallecida en el interior de una vivienda, por lo que el personal de la comisaría de Campana arribó al lugar de inmediato.
Al ingresar al inmueble, los efectivos constataron que la adolescente había fallecido de un escopetazo en la cabeza.
Según las fuentes, la chica estaba con su novio y un amigo, quienes escaparon a bordo de un auto tras el hecho.
Antes de huir, el novio de Keila, Franco Moreyra fue a lo de su madre, a quien le confesó que estaba manipulando el arma de fuego y accidentalmente la mató.
“Por los elementos de prueba que se encontraron en el lugar en ningún momento la hipótesis fue la del accidente y, sumado a ello, por la fuga y la falta de asistencia a la víctima al momento del hecho”, precisó un vocero encargado de la pesquisa, quien añadió: “Se fueron y la víctima todavía estaba viva”.
Las fuentes añadieron que la madre de Franco Moreyra llamó a una hermana suya, la cual avisó al hermano mayor del acusado lo que había ocurrido, por lo que éste hombre se dirigió a la casa donde vivía la pareja.
“Él encuentra a Keila y la trata de reanimar, ella fallece en ese momento y ahí le pide a la vecina que llame al 911, pasaron por lo menos cuarenta minutos”, aseguró el vocero.
En tanto, el amigo del sospechoso, Matías Oviedo tiene la misma calificación legal porque todavía no se sabe quién fue de los dos el que disparó, continuaba prófugo hasta hoy cuando se logró dar con su paradero y detención.