Personal del Servicio Penitenciario Bonaerense volvió a vivir una pesadilla tanto en la Unidad Penitenciaria N°21 como en la 41 de Campana cuando un apagón eléctrico generalizado dejó a oscuras a ambos establecimientos, incluidas las “casitas” destinadas a los regímenes de visita.
Según lo relatado por fuentes del servicio, se trató de un corte de aproximadamente unas 5 horas, retornando el suministro alrededor de la medianoche, al parecer sin haber resultado en mayores incidentes después de varios episodios de tensión en el lugar.
Las mismas fuentes relataron que los generadores eléctricos en ambas sedes ya llevan varios meses operando de manera defectuosa y no se cuenta con mayores herramientas como respuesta. Por esta razón, además del susto, lamentablemente el episodio no fue exactamente una sorpresa para los guardias del lugar.
Si bien en esta ocasión la situación no pasó a mayores, cabe hacer un llamado de atención respecto al peligro que esta clase de desidia puede implicar en un complejo carcelario, tanto para los directamente involucrados como para la comunidad de la ciudad de Campana en general.
Durante los incidentes del año pasado, los reclusos se amotinaron y acabaron tomando varios pabellones, incendiando y destruyendo todo a su paso, e incluso subiendo a los techos de los espacios bajo su control.
En ese momento la gravedad del episodio implicó la intervención de refuerzos, los cuales acabaron reprimiendo a los internos con balas de goma, resultando en varios heridos que acabarían siendo atendidos por Same y Bomberos. Afuera de la 21, familiares de los detenidos se convocaron frente la puerta principal ante la alerta por lo que ocurría dentro.
