Los trasplantes de órganos son operaciones poco habituales, porque son muy complejas y no siempre hay órganos compatibles para los pacientes que los necesitan. Por eso los protocolos médicos dan prioridad a los pacientes con más probabilidades de sobrevivir.
En el caso de David Bennet, un hombre de 57 años que padece problemas graves de corazón, los médicos habían decidido que no era apto para un trasplante de corazón convencional o para recibir una bomba artificial, porque su sistema vascular estaba demasiado deteriorado. Eso significa que, si le hubieran trasplantado un corazón humano, había pocas posibilidades de que la operación funcionara y él sobreviviera.
Ante esta situación, Bennet optó por someterse a una operación experimental, ya que nunca antes se había trasplantado el corazón de un cerdo a una persona. Por sus características físicas, los cerdos son uno de los animales más parecidos a los humanos: compartimos el 90% del genoma, sus órganos tienen un tamaño parecido al nuestro y también desarrollan enfermedades como la diabetes, el alzhéimer o el párkinson.
El equipo de médicos y científicos ha modificado 10 genes del corazón de un cerdo: han bloqueado tres genes que pueden causar rechazo tras el trasplante y han eliminado otro gen que controla el crecimiento del cerdo. La compañía de biogenética encargada de modificar los cerdos genéticamente es Revivicor, creada a partir de PPL Therapeutics, la empresa que clonó a la oveja Dolly en 1996.
La operación, realizada el 7 de enero de 2022, duró más de 8 horas. Los médicos insisten en que se trata de una operación experimental y todavía no saben cuánto tiempo resistirá el corazón: podría ser cuestión de días, meses o tal vez un año… no se sabe.
Aun así, científicos de todo el mundo han celebrado el trasplante porque, si funciona, significaría no tener que depender de la disponibilidad de órganos humanos. Así, se podrían realizar muchos más trasplantes y salvar muchas más vidas. Todo un hito en la historia de la medicina.