Las polémicas declaraciones de la ministra de Educación de la Ciudad volvieron a poner en el centro de la discusión las consecuencias educativas generadas por las restricciones a raíz del coronavirus. Cómo es el escenario bonaerense.
La deserción escolar por la pandemia de coronavirus volvió al centro de la discusión política luego de que la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, sostuviera que algunos de «los alumnos que abandonaron la escuela» durante la pandemia por Covid-19 en la Argentina, ahora se encuentran «perdidos en el pasillo de una villa, ya cayeron en la actividad del narcotráfico o tuvieron que ponerse a trabajar», al tiempo que descartó la posibilidad de que puedan reinsertarse en el sistema educativo.
Las declaraciones de la funcionaria de la Ciudad despertaron el repudio de un importante sector del oficialismo, que salió a cruzarla por redes sociales y la tildó de «clasista y discriminatoria». Desde el otro lado de la grieta, sin embargo, respaldaron a Acuña y resaltaron su gestión en el retorno a la presencialidad en las escuelas.
Más allá de la polémica, lo cierto es que la deserción escolar es uno de los problemas más relevantes que dejó y deja la pandemia por coronavirus. Según datos del ministerio de Educación de la Nación a noviembre del año pasado, en la provincia de Buenos Aires casi 120 mil alumnos de primaria y secundaria seguían desvinculados con la educación formal.
Por las restricciones implementadas en 2020 y una parte de 2021, un total de 271.508 alumnos abandonaron el proceso de aprendizaje en territorio bonaerense, lo que representa casi el 5% del total de la matrícula que asiste a los 16 mil establecimientos de gestión estatal y privada en toda la jurisdicción.
De ese número, poco menos de la mitad no logró revincularse con la escuela, más allá de las políticas implementadas por la cartera educativa, como el Programa ATR.
Por ello, desde el Gobierno nacional crearon el Fondo Federal “Volvé a la Escuela” con una inversión de 5.000 millones de pesos para buscar a todas las alumnas y alumnos que en el marco de la pandemia hayan visto interrumpido o se hayan desvinculado de su proceso educativo.
El Programa incluye 190 días de clases (inicio el 2 de marzo y finalización el 20 de diciembre), refacciones menores en escuelas, un fondo para cooperadoras escolares, refuerzo de Conectar Igualdad y un Fondo Rotativo de Emergencia.