La suba será a partir de marzo. Para las pymes el ajuste será del 15 por ciento y del 20 por ciento para los hogares.
El gobierno oficializó a través de la resolución 91/22 publicada en el Boletín Oficial las adendas a los Acuerdos Transitorios de Renegociación con distribuidoras y transportistas de gas. A raíz de ello, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) confirmó a través de un comunicado que el aumento será de 20 por ciento para los hogares y de 15 por ciento para las pymes en promedio, aunque todavía no publicó los cuadros tarifarios. El organismo conducido por Federico Bernal recordó además que debido a la ampliación de las zonas frías, que el Congreso aprobó en junio del año pasado, más de 3,1 millones de hogares, el 35 por ciento del total, pagarán menos en términos nominales que durante 2021.
La resolución 91/22, firmada por el presidente Alberto Fernández, aprobó las adendas que Enargas negoció con las distribuidoras Metrogas, Naturgy BAN, Camuzzi Gas del Sur, Camuzzi Gas Pampeana, Gasnor, Gas Cuyana, Gas del Centro, Litoral Gas y Gas NEA y con las transportistas Transportadora Gas del Sur (TGS) y Transportadora Gas del Norte (TGN).
La adendas autorizan incrementos del 36 por ciento en el ingreso que perciben las distribuidoras y del 60 por ciento en el de las transportistas, pero la incidencia en la boleta final que paga el usuario termina siendo menor.
De acuerdo a una presentación de la Asociación de Distribuidores de Gas (ADIGAS) en la última audiencia pública, el 41 por ciento del valor final de la boleta está explicado por el precio mayorista del gas, que remunera a las productoras, el 11 por ciento corresponde al transporte, el 24 por ciento a la distribución y otro 24 por ciento a impuestos en promedio a nivel nacional.
Como el precio del gas en boca de pozo que paga el usuario quedó congelado por segundo año consecutivo, con el consecuente impacto a nivel de subsidios, el aumento que terminarán pagando los usuarios residenciales será del 20 por ciento nominal en promedio nacional. En algunas zonas donde la incidencia del costo de transporte es menor, el aumento se ubicará incluso por debajo del 20 por ciento. Por ejemplo, en la provincia de Neuquén la suba nominal oscilará entre 9 y 13 por ciento.
En términos reales todas esas cifras implican una baja porque la inflación que se proyecta para este año es del 50 por ciento. Eso significa que los subsidios energéticos no solo no van a bajar sino que probablemente continúen subiendo, aunque no solo por el atraso tarifario respecto de la inflación sino por otros factores como la fuerte suba del precio del Gas Natural Licuado que Argentina importa y el menor gas proveniente de Bolivia, que se va a terminar reemplazando por combustibles líquidos más caros. Las consultoras PXQ y Economía y Energía estimaron que con un aumento de tarifas del 20 por ciento los subsidios energéticos este año treparían a los 14.000 millones de dólares, cifra equivalente a 2,4 por ciento del PBI.
