Guillermo Varela lamentó la aprobación por parte del Senado del acuerdo con el organismo financiero internacional, y advirtió que «frenará la recuperación económica y la recuperación de los empleos perdidos que se experimentaron en 2021’’.
Apenas han pasado dos meses y medio de este 2022 y los golpes al bolsillo de la clase trabajadora ya han sido muchos: 20% de aumento a los combustibles, alimentos con aumento promedio de 35%, suba en los precios de peajes, medicamentos, ropa, calzado y muchos otros ítems indispensables para la vida diaria del sector más vulnerable y, al mismo tiempo, más numeroso de la sociedad argentina. En estos últimos días, el mayor dolor de cabeza para las familias argentinas fue la canasta escolar, dado que se disparó el precio de los útiles, mochilas, cartucheras, guardapolvos y demás artículos básicos.
De acuerdo al dirigente peronista Guillermo Varela, esta alza generalizada y sostenida en los precios provocará en el corto plazo un freno en el consumo y en la generación de puestos de trabajo, es decir, hará peligrar todo el progreso en materia económica registrado a lo largo del año pasado.
«Es triste decirlo, pero lo que no pudo parar la pandemia lo pararán las políticas que de aquí en más, luego de haber llegado a este acuerdo, nos impondrá el F.M.I. Estas políticas son las mismas que siempre han impuesto en todos los países en vías de desarrollo en los que han desembarcado: ajuste, ajuste y más ajuste a la clase que trabaja y que produce. Y este ajuste traerá indefectiblemente, y más temprano que tarde, conflicto social. Porque
es tremendamente injusto que a la fiesta de unos pocos la paguemos nosotros, los que no fuimos invitados’’, señaló el referente local de Somos Barrios de Pie.
Varela, que hasta ahora ha sido la única figura del Frente de Todos local en expresarse de forma crítica al acuerdo con el F.M.I., señaló la importancia de «reflexionar sobre el rumbo político y económico al que se encamina el país, con la mitad de sus ciudadanos y ciudadanas y con el 60% de los pibes y pibas debajo de la línea de pobreza, con
un millón de personas que dependen de un plan social para subsistir, y con una canasta de alimentos inalcanzable para las familias de clase trabajadora’’. «Y faltan todavía los aumentos de tarifas en servicios. Es por eso que se necesita mucha voluntad política y firmeza para enfrentar a quienes haya que enfrentar, de manera de defender
la mesa de los argentinos’’, agregó.
Como cierre, el militante social se alineó al discurso del sector comandado por Máximo Kirchner, y pidió a la ciudadanía no olvidar el origen de la deuda que hoy pone a la Argentina en una situación de extrema vulnerabilidad: «Estamos sufriendo las consecuencias de la herencia que nos dejó el gobierno de Mauricio Macri. Se puede ser crítico de las medidas que se están tomando para enfrentar esta herencia, pero lo que no se puede es olvidar quién nos la dejó. Tenemos que decirle basta tanto al F.M.I. como al macrismo’’, concluyó.