La rotura de un caño se transformó en una pesadilla para vecinos de la calle Rivadavia al 2700, ya que a pesar de los recamos que realizan casi a diario, no hubo hasta el momento, respuesta por parte del municipio.
Los vecinos relataron que en 2015, les propusieron abonar una suma de dinero para la realización de obras de asfaltado, monto que abonaron con la esperanza de ver crecimiento en el barrio. Sin embargo, toda esperanza quedó atrás cuando notaron que, a poco de la finalización de los trabajos, la fina carpeta comenzó a deteriorarse con rapidez, generando baches en toda la extensión de la arteria, comprendida entre las cales Islas Malvinas y Pividal.
A partir de aquel momento, las llamadas y visitas al área correspondiente en busca de soluciones, son continuas, aunque, a pesar de las promesas, las reparaciones aún siguen a la espera.
Vilma de Facio, reside en la cuadra señalada y manifestó su malestar por la rotura de un caño que se encuentra debajo de la carpeta, produciéndose la acumulación de agua. «Es la tercera vez que sucede lo mismo. Vinieron en dos oportunidades y dijeron que era necesario cambiar un tramo de la cañería, pero hacen un parche con cinta y eso es todo», indicó. Poco antes de las campañas electorales, las promesas vuelven a aparecer, pero las soluciones parecieran estar lejos ante a necesidad de quienes abonaron por una mejora.