En la Argentina hay una veintena de apellidos que se repiten «hasta el infinito y más allá» tales como González, Rodríguez, Gómez, Fernández, López, Martínez, Sánchez, Pérez y algunos más. Muchos de ellos se preguntan por qué comparten apellido con quienes no tienen vínculo, o incluso si no lo tendrían, en caso de rastrear la procedencia de abuelos o bisabuelos.
Queda claro que Argentina es uno de los países con más mezcla cultural, lo que originó una gran diversidad, aunque la influencia española parece la más dominante, por lo menos en el caso de los apellidos. Y esto explica la frecuencia de apellidos patronímicos terminados en los sufijos «ez» y «oz».
Según el último ranking que dio a conocer el Registro Nacional de las Personas (RENAPER), uno de cada seis argentinos tiene uno de estos apellidos.
Los 6 apellidos más populares de la Argentina
1. González
Es un apellido patronímico ibérico que significa hijo de Gonzalo, una variante del prenombre medieval “Gonzalvo”. Su origen proviene del germánico Gunther, latinizado a Gundisalvus. Hay más de una interpretación de su significado. Según algunos, el nombre vendría de Gund y hari o heri, que significaría alguien que lucha en el ejército. Para otros, el origen sería gunthis (también procedente de Gund), de la lucha, y alv, que estaría relacionado con los elfos, los espíritus de la naturaleza en la mitología nórdica; por lo tanto, tendríamos a alguien con el espíritu o el genio de la batalla. De todos modos, es un nombre asociado siempre con la guerra.
2. Rodríguez
Rodriguez (o Rodrigues) es un patronímico ibérico, con orígenes en la España medieval, que significa “hijo de Rodrigo”. Rodrigo, a su vez, proviene del pueblo visigodo; del germánico Roderick, formado por hrôd + rics, que significa líder glorioso. Rodrigo fue el último rey visigodo en España en el siglo VIII. Otro nombre famoso en la Península Ibérica que hizo popular el primer nombre fue el del caballero Rodrigo Díaz de Vivar (1043-99), llamado El Cid Campeador.
3. Gómez
Gómez es un patronímico ibérico, como lo indica la raíz -ez. El prenombre Gome, Gomo o Guma, que ya no es común hoy en día, tendría su origen en el Alemano Gomohari, un soldado germánico que sirvió en Roma durante el siglo IV – Gomohari, luego latinizado a Gomoarius, significa precisamente eso, hombre de guerra o guerrero.
4. Fernández
Fernández es un patronímico ibérico, que significa “hijo de Fernando”. El prenombre tendría su origen en el germánico Firthunands o Fridenandu (en latín Ferdinandus), que pasó a Frednando, Frenando y, finalmente, Fernando – en español Fernand y Hernán. Algunos quieren que la palabra esté formada por firthu (en alemán moderno Frieden), paz, y nands, negrita. Es decir, alguien que “se atreve por la paz”. En España, entre los más antiguos se encuentra el caballero Hernán Fernández, de Asturias, que luchó en la Batalla de Guadalete, en Andalucía, junto al rey visigodo Rodrigo (688-711).
5. López
López es un patronímico portugués con origen en el prenombre Lopo, bastante común en la Península Ibérica antes del siglo XVI, por lo que hay muchas familias con este apellido. Lopo viene del latin lupus, lobo, adjetivo que se da al patriarca de la familia. Las versiones españolas más comunes hoy en día son López o Lopez – en documentos antiguos, el apellido aparece a veces como Lopez y a veces como “Lopiz”.
6. Martínez
Martínez es un patronímico ibérico, cuyo origen es el nombre Martinho o Martim. Es decir, alguien que fue identificado como “hijo de Martín”. El nombre de pila, a su vez, proviene del latín martius o martinici, hombre o guerrero belicoso, cuyo origen es Marte, el dios de la guerra de los romanos (en latín, Mars o Martis).