Los trabajadores metalúrgicos estaban en estado de alerta y movilización después de que el último martes fracasara el tercer encuentro por la renegociación de la paritaria con las cámaras empresarias, realizado en la propia sede de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
El secretario general del sindicato, Abel Furlán, confirmó que la parte patronal no accedió al planteo gremial de llevar el aumento al 65%, a través de agregarle 20 puntos a los 45 acordados en marzo último, cuando todavía conducía a los metalúrgicos Antonio Caló.
Lo convenido en ese momento establece esa mejora del 45% dividida en tres pagos. De esta forma, los salarios básicos quedarían en octubre en unos 95.000 pesos, pereo los trabajadores aspiran a cobrarlos ya con los salarios de agosto y luego sumar otro 20% en los próximos meses. Además, el sindicato planteó incorporar una cláusula de revisión en febrero próximo.
En abril se abonó un 18% y en julio se sumará un 15%. La UOM planteó que el 12% previsto para octubre se incorpore el mes próximo;, con lo que el salario que se abonará en agosto tendría una suba del 27%.
Del lado empresario participaron del encuentro representantes de las cámaras industriales (Adimra, AFAC, Camima, Afarte, Caiama y Fedehogar). La postura que llevaron está muy alejada del planteo sindical. Ofrecen incorporar tres cuotas mensuales de 5% para enero, febrero y marzo del año que viene, a lo ya acordado, como cierre de la paritaria 2022-2023.
Tras la reunión, y ante la falta de acuerdo, la UOM calificó como «irresponsable e insensible» ante «la gravísima situación que atraviesan los trabajadores y trabajadoras metalúrgicas por la situación actual» y reclamó la urgente intervención del gobierno a través del Ministerio de Trabajo de la Nación, a cargo de Claudio Moroni. Asimismo, formalmente declaro «el estado de alerta y movilización».
En este contexto, desde las primeras horas de este miércoles en varias fábricas de todo el país comenzaron las asambleas de trabajadores, junto con la aplicación del trabajo a reglamento y el quite de horas extras.
El malestar tanto de la conducción de la UOM como de los delegaodos de base y los trabajadores es palpable y de no surgir alguna vía de negociación o mejora de propuesta por parte de las empresas es factible que con el paso de los días el conflicto vaya escalando. Habrá que ver qué actitud tomará el Ministerio de Trabajo en esa eventualidad.