Tras los dos casos de “rituales de bienvenida” dentro del Ejército que dejaron un muerto y otro herido grave, el Gobierno tomó la decisión de suspender las fiestas de iniciación. La medida fue publicada en la cartera del Ministerio de Defensa.
Luego de que el ministro de Defensa expresara que “esto no va más”, el Ejército prohibió el consumo de alcohol en los cuarteles. Sin embargo, luego el Gobierno prohibió directamente los rituales.
“Prohíbese la autorización y/o realización de festejos, ‘ritos y ceremonias de iniciación’, reuniones sociales o cualquier tipo de actividad cualquiera sea la denominación que se le otorgue, así también como el ingreso, provisión y consumo de bebidas alcohólicas dentro de unidades y establecimientos de jurisdicción militar, con motivo de comienzo o la finalización de actividades de formación o entrenamiento, la adquisición de aptitudes o especialidades, que sean de carácter informal o ajenos al ceremonial reglamentario de aplicación en las Fuerzas Armadas”, indica el comunicado.
Además, se estableció que el incumplimiento de dicha prohibición será considerada una “falta gravísima”. En ese contexto, también se dispuso la incorporación de cursos de capacitación y sensibilización para los oficiales y suboficiales con el objetivo de prevenir y erradicar conductas violentas en las relaciones interpersonales.
De esta manera, además de prohibir el consumo de alcohol, ahora cada actividad que se organice en los cuarteles deberán ser autorizadas por el encargado de la unidad. Además, desde un comunicado del Ejército Argentino anticiparon que van a implementar un programa para la introducción a las unidades operativas del personal egresado y una actualización de las normas en relación a casinos, servicio interno y barrios militares.
Las medidas se dieron luego de los casos que sucedieron en Corrientes y Misiones, en los cuales Matías Ezequiel Chirino, de 22 años, terminó muerto y Michael Natanahel Verón, de 25, con lesiones graves.