Al cumplirse 70 años del fallecimiento de Evita, a través de un comunicado el sindicato de trabajadores químicos y petroquímicos la recordó como la «máxima representante de las esperanzas del pueblo argentino de derechos de igualdad y valores fraternales».
Flores podridas. Y el pobrerío se quedó sin madre llorando entre faroles sin crespones.
Hoy a 70 años del paso a la eternidad de quien fuera la máxima representante de las esperanzas del pueblo argentino de derechos de igualdad y valores fraternales, los trabajadores asistimos a la instalación en la opinión pública de un debate, con motivaciones inconfesables, sobre la necesidad de reformas laborales.
Es en este escenario en el cual nuevamente se agazapan sobre nuestros derechos que se hace más inmensa la figura Evita y la necesidad, en honor a su memoria, de aunar esfuerzos en buscar la unidad de los trabajadores, además de la clarificación de nuestros intereses y la identificación precisa de quienes los defienden en el ámbito político.