Un jubilado de 77 años fue estafado con el denominado «cuento del tío» al recibir una llamada de un hombre que se hizo pasar por su hijo y le robó 8.000 dólares, en el partido bonaerense de San Nicolás, informaron hoy fuentes judiciales.
Fuentes judiciales informaron a Télam que el hombre puso unos 8.000 dólares en una bolsa y la dejó en un cesto de basura de la cuadra de su casa.
Minutos después, un delincuente tomó la bolsa y se retiró con el dinero, tras lo cual la víctima llamó a su hijo para comunicarle que le había dejado el dinero y se dio cuenta de la estafa.
Según las fuentes, el damnificado llamó al 911 y realizó la denuncia correspondiente por el denominado «cuento del tío».
El hecho es investigado por el fiscal Darío Giagnorio, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 13 del Departamento Judicial San Nicolás, en una causa caratulada como «estafa».
PEDIDO DE JUICIO
La Fiscalía Federal de San Nicolás solicitó la elevación a juicio para un un cabo primero de la Prefectura Naval Argentina (PNA), acusado de sustraer nueve teléfonos celulares que estaban a resguardo del Ministerio Público Fiscal (MPF) cuando se desempeñaba como custodio en de la fiscalía federal de esa ciudad, informaron hoy fuentes judiciales.
La medida fue solicitada por el fiscal Federal de San Nicolás, Matías Felipe Di Lello, quien pidió ante el Juzgado Federal N°2 de esa ciudad, a cargo de Carlos Villafuerte Ruzo, que vaya a juicio el prefecto Gerardo Adrián Zeballos.
De acuerdo a lo que informó MPF en su sitio institucional fiscales.gob.ar el, el oficial, quien se desempeñaba como custodia en la fiscalía federal, sustrajo nueve teléfonos celulares que estaban a resguardo tras ser incautados en el marco de dos investigaciones judiciales.
Los teléfonos habían sido secyestrados en el marco de una pesquisa que comenzó el 28 de agosto de 2019, cuando la Delegación Departamental de Investigaciones de San Nicolás le informó a la fiscalía que en dicha ciudad existían distintos comercios que se dedicaban al desbloqueo de teléfonos celulares de procedencia ilegítima y a la adulteración y supresión de sus números de IMEI para poder comercializarlos luego.
A instancias de la Fiscalía, el juzgado dispuso el allanamiento de los comercios, en los que se incautaron numerosos equipos de telefonía móvil.
Pero el 18 de octubre de 2019, cuando el personal del Ministerio Público Fiscal recibió los objetos incautados en los procedimientos, advirtió que faltaban algunos teléfonos celulares secuestrados en dicha investigación y en otra que se encontraban en trámite.
En ese marco, el fiscal Di Lello solicitó informes a las empresas proveedoras de servicios de telefonía móvil y se determinó que los equipos faltantes habían sido activados.
De la pesquisa surgió que esos celulares faltantes eran usados por el acusado Zeballos y por algunos integrantes de su grupo familiar, según la acusación fiscal.
A pedido de la fiscalía, el juez Villafuerte Ruzo ordenó el allanamiento de tres viviendas relacionadas al imputado, en las que se recuperaron siete de los equipos sustraídos.
Tras tomar conocimiento del procesamiento por sustracción y destrucción de medios de prueba y documentación de Zeballos, la Prefectura Naval Argentina lo exoneró de la fuerza.
En base a las evidencias recolectadas, la fiscalía requirió que el exoficial vaya a juicio como autor de los delitos de «sustracción de efectos cuya custodia le había sido confiada por razón de su cargo» y por dos hechos de «sustracción de objetos destinados a servir de prueba ante la autoridad competente confiados a la custodia de un funcionario público».