La fiscal que investiga el femicidio de María Alejandra Abbondanza, cuyo cuerpo semiquemado y desmembrado fue hallado en la parrilla da una vivienda de la ciudad de Campana, donde fueron detenidos un hombre y sus padres, describió este miércoles las maniobras evasivas de los acusados y los elementos con sangre que advirtió al ingresar al domicilio, indicios que la llevaron a confirmar que estaba en la escena de un crimen.
«Evidentemente fueron maniobras para que no entráramos», contó la fiscal Ana Laura Brizuela sobre el momento en que llegó junto a la policía a la casa donde se cometió el femicidio y la acusada de Esther Sánchez (64), madre de Agustín Chiminelli (24) y esposa de Carlos Rubén Chiminelli (69) -ambos también detenidos- intentó enviarlos a otro domicilio.
Es que según relató la representante del Ministerio Público, la mujer intentó evitar que entraran a la casa de Alberdi al 700 en un primer momento, al señalar que el garaje que buscaban los investigadores pertenecía a una vivienda lindante.
«La particularidad de la propiedad es que tiene un ingreso sobre la calle Moreno, un pequeño pasillo con una puerta por donde pueden salir. Da a un departamento al fondo de la casa, atrás de la casa principal que comparte un patiecito de tres por tres metros», describió.
Pero rápidamente los investigadores observaron en la habitación que pertenecía al joven prendas con manchas de sangre y un balde con una mopa que también tenía rastros similares.
En ese mismo momento, a dos cuadras del lugar, en un terreno baldío, la policía halló una bolsa negra con ropas iguales a las que vestía la víctima y que también presentaban manchas de sangre, contó la fiscal.
«Ahí nos dimos cuenta que lamentablemente estábamos bien encaminados», manifestó la representante del Ministerio Público en referencia a las sospechas de femicidio.
Tras ello, la fiscal recordó que le preguntó por el departamento del fondo y la mujer nuevamente intentó desviar la atención.
No obstante, agregó Brizuela, al ingresar notaron más manchas de sangre en el marco de la puerta, «que las habían querido limpiar», y «había un rastro de una palma de la mano».
«Convocamos a la (Policía) Científica, ingresan y ven en la parrilla el cuerpo de María Alejandra Abbondanza», recordó la fiscal.
Brizuela aclaró que «no hay evidencia de que haya un desmembramiento previo a la carbonización» del cuerpo, sino que los peritos forenses señalaron que ello se produjo debido a la propia carbonización.
Los roles de cada acusado
Sobre el móvil del femicidio y presunta relación entre Abondanzza (38) y Chiminelli hijo, la fiscal aseguró que «la familia (de la víctima) dice que era un ‘hola y chau’, y los vecinos nunca los vieron juntos».
«No tenemos el móvil, estamos trabajando en eso. Ella parece entrar tranquilamente, como con cierta familiaridad. Está claro que se conocían», añadió Brizuela, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Zárate-Campana.
Finalmente, respecto de los roles de cada uno de los acusados, la fiscal dijo que «por el momento son los tres coautores, no quiere decir que con el devenir de la investigación esto pueda modificarse».
En tanto, en el marco de la causa declararon como testigos dos exparejas de Chiminelli, quienes coincidieron en que era «muy violento».
La fiscal aún aguarda que lleguen a su despacho los resultados del contenido de los celulares de la víctima y del joven detenido.
El crimen de Alejandra Abbondanza
El femicidio fue descubierto el pasado sábado por la mañana en una casa ubicada en Moreno y Alberdi, de Campan.
Abbondanza, quien había sido vista con vida por última vez por su hija alrededor de las 17.30 del viernes, cuando sacó a pasear a su perro.
Su cuerpo fue hallado quemado en la parrilla de la casa de los Chiminelli, lugar al que llegaron los pesquisas luego de analizar las cámaras particulares de la zona y ver que la mujer y su perro ingresaban allí.
En las imágenes se ve además que ya de madrugada el joven ahora detenido salió con el perro de la mujer como si fuera a pasearlo y volvió a la casa, situación que ocurrió nuevamente, pero esta vez el animal ya no tenía el pretal puesto.
La Policía encontró el pretal, la correa y la ropa de la mujer ensangrentada en un terreno baldío ubicado a dos cuadras de la vivienda, mientras que el perro regresó a la casa de su ama alrededor de las 5 manchado con sangre.