Diego Duarte es médico traumatólogo y perito médico de la Policía Científica de Pinamar desde hace siete años. Fue uno de los especialistas que participó de la autopsia practicada a Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes durante la madrugada del 18 de enero del 2020 en la vereda de un boliche en Villa Gesell.
Duarte contó que la autopsia se llevó a cabo en la morgue del hospital de Pinamar. «Hice un examen previo para tener la visualización de con qué me iba a encontrar en la autopsia. Fernando yacía en una cama, presentaba múltiples agresiones en la parte del rostro», comenzó.
Luego explicó que solicitó una tomografía computada para tener un panorama general del estado del cuerpo. «El resultado tardó un rato en llegar. Yo lo vi y tenía una importante hemorragia por dentro del cráneo. Además, tomé imágenes con mi celular particular para tener una aproximación de las características de las lesiones que aún conservo en mi teléfono”, dijo.
Al ser cuestionado sobre porqué señaló los daños cerebrales como causa de la muerte y no las otras lesiones a nivel torácicas, respondió: «Por que el cerebro es el órgano más importante y por el daño cerebral que tenía. No puedo centrarme en una lesión a nivel torácico».
Mostraron imágenes de la autopsia y los rugbiers no miraron la pantalla. «Se detectó mucho sangrado y mucho coagulo en cerebro, cerebelo y tronco encefálico; compatible con la aplicación de golpes».
El fiscal García solicitó al Tribunal que el testigo exhiba las fotos que conserva en el celular. El abogado de los imputados, Hugo Tomei pidió tiempo para analizar las imágenes que no fueron incorporadas anteriormente. “Es una sorpresa que nos afecta en demasía”, dijo Tomei. Luego, el Tribunal rechazó incorporar esas fotos al expediente por unanimidad.
La audiencia comenzó con la declaración testimonial de Carolina Silvana Giribaldi Larrosa, la médica de la ambulancia que llegó a la escena del crimen frente al boliche Le Brique y que trabajaba en el Hospital Municipal de Villa Gesell. “Cuando llego encuentro a este joven sin signos vitales. Unos uniformados le estaban haciendo maniobras de RCP”, dijo la médica emergentóloga con 18 años de experiencia.
“Lo trasladé al [hospital] a Fernando con administración de oxígeno y le hicimos masajes de RCP porque no tenía signos vitales, no tenía pulso”, relató Giribaldi Larrosa y agregó que debido a las lesiones “no tenía posibilidad de sobrevida”.