En los últimos días se deslizó la posibilidad de que quizás eran los propios rugbiers quienes usaban una cuenta de Instagram.
Por está razón, el Servicio Penitenciario Bonaerense ordenó el secuestro de los teléfonos móviles de dos de ellos, Blas Cinalli y Enzo Comelli.
Ni bien se divulgó esta novedad, la cuenta de Instagram @rugbiers.zarate fue automáticamente eliminada.
Sin embargo, en las últimas horas la cuenta fue reabierta y continúa la polémica a días de conocerse la sentencia del juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa.
Una rápida búsqueda en Internet permite descubrir cuentas de Instagram que tienen como objetivo “mostrar la otra parte de la historia”, como se podía leer en uno de los posteos del usuario “Rugbiers Zarate”.
“A todos como sociedad nos duele lo ocurrido. Fernando podría ser un nieto, hijo o amigo de cualquiera de nosotros… Pero, por otra parte, los ocho acusados también”, publicaron en esa cuenta que, en Instagram,tiene más de 8 mil seguidores.
En Instagram, esta cuenta “Rugbiers Zarate” se dedica, básicamente, a responder consultas de usuarios. La mayoría eran mensajes a favor, como el que escribió un usuario en las últimas horas: “Todavía no entiendo tanto ensañamiento que hay con ellos. La historia tiene dos caras y siempre hay que escuchar las dos”.
“Rugbiers Zarate”, incluso, por momentos pareciera hablar en nombre de los padres o por lo menos, en las respuestas, se muestra cierto conocimiento de los movimientos de los familiares de los acusados. En una de las preguntas de la gente, se le consultó al usuario a cargo por qué los padres de los rugbiers no le pidieron disculpas a Silvino y Graciela. La respuesta fue con conocimiento de causa: “No se trata de falta de humildad, se trata de respeto. Ellos (por los padres de Fernando) declararon su intención de no tener ninguna clase de contacto con los chicos o sus familias”. No termina de quedar claro por qué habría sido una falta de respeto que el padre de alguno de los acusados pida disculpas o muestre arrepentimiento.
Las distintas cuentas también atacan directamente a los medios. Se suele pedir por una condena justa y no “una por la presión mediática, la cual está plagada de mentiras por un punto más de rating o un clic en internet”.
En Twitter, desde los días posteriores al crimen, comenzó a difundirse el hashtag que apareció en los carteles en Zarate: “#YoApoyoALosRugbiers”. Con el inicio del juicio oral, dos semanas atrás, volvió a activarse. La actividad más reciente tiene que ver con el “repudio” a los medios por difundir el video en el que el principal acusado, Máximo Thomsen, golpea una bolsa de boxeo en el piso, una filmación hecha antes del crimen. Un usuario escribió: “Los medios amarillos ahora tratan de promocionar con videos privados de los #rugbiers, obtenidos ilegalmente. ¡Este video no tiene nada que ver con el caso!”.
Vale aclarar que el video difundido, fue extraído de manera legal por orden de la Justicia. Fue en el marco de la revisión que se realizó de los nueve celulares incautados en el momento de las detenciones en Villa Gesell.
Volviendo a la cuenta de Instagram “Rugbiers Zarate”, que es la que aglutina la mayor cantidad de seguidores, en un apartado de las “historias destacadas”, quien maneja el usuario publicó mensajes de apoyo que le llegaron por privado. Incluso se leía uno perteneciente a un familiar de alguno de los acusados.
Lo escribió en la previa al inicio del juicio oral, sabiendo que el público en general iba a observar por primera vez el rostro de los detenidos: “Ojalá los vean y entiendan que atrás de esos chicos hay familias que sufrimos, lamentablemente esto le puede pasar a cualquier papá, mamá, hermano y nadie esta libre de eso… No pasa por la crianza o por las mentiras que se vienen diciendo hace casi tres años, pasa por muchas otras cosas como por el descontrol de la sociedad en sí misma”.
Otro mensaje en ese mismo apartado decía: “Yo soy mamá de un compañero de los chicos. Te hablo de los que conocí. Muy buenos pibes y siempre muy educados y respetuosos”.
A pesar de esto, en todas las redes sociales los mensajes en apoyo a los padres de Fernando y al pedido de justicia son ampliamente mayoritarios. De hecho, muchas de las cuentas que apoyaban a los rugbiers tienen los mensajes privados cerrados por la cantidad de insultos que reciben.
“Hasta ahora no se pudo comprobar que los posteos hayan salido de los celulares de Blas Cinalli o Enzo Comelli”, indicaron fuentes del Servicio Penitenciario Bonaerense que informaron que “el secuestro fue por el uso indebido”.