Siete personas fueron detenidas en las últimas horas, acusadas de integrar una organización criminal dedicada a la falsificación de documentos de identidad, tarjetas de crédito y débito. Fue tras una serie de allanamientos dispuestos por el Juez Federal de Campana, a cargo de Adrián González Charvay.

Una serie de allanamientos se desarrollaron en Pilar, Capital Federal, General Rodríguez, Moreno, Vicente López, San Miguel y en Pinamar, donde secuestraron autos de alta gama y dinero en efectivo, entre otros elementos de interés para la causa, informaron este jueves fuentes judiciales y policiales.

El operativo fue realizado por efectivos de la División Falsificación de Moneda de la Policía Federal Argentina (PFA), quienes llevaron adelante los allanamientos ordenados por el Juzgado Federal de Campana, a cargo de Adrián González Charvay.

Los voceros indicaron que la investigación se inició a mediados de 2019, a partir de la detención de una persona que intentó abonar una compra con un DNI falso en Pilar.

Luego de la elevación a juicio parcial de las actuaciones al Tribunal Oral Criminal Federal N°5 de San Martín y, a partir de la información obtenida de los celulares secuestrados, agentes de la División Investigación Falsificación de Moneda de la PFA profundizaron la investigación mediante seguimientos, tareas de campo y la intervención de numerosos abonados telefónicos.

Así, advirtieron que las personas investigadas operaban una sofisticada empresa delictual donde cada integrante poseía un rol preponderante y una participación activa en la maniobra ilícita.

Luego de seis meses de investigación, los efectivos lograron determinar el domicilio del jefe de la banda, ubicado en un country de campo de Pilar, como así también todas las personas que pertenecían a los estamentos superiores de la banda.

Según las fuentes, la organización criminal tenía un modus operandi que consistía en la obtención de datos personales, seguido de la confección de documentación apócrifa -tanto tarjetas como DNI- y, por último, la realización de compra y venta de productos.

Los productos que adquirían con los documentos y tarjetas falsificadas eran almacenados en domicilios utilizados por la banda. Luego, los ofrecían a diferentes a precios inferiores a los de mercado. De esta manera, comprador y vendedor, obtenían un rédito económico.

Con la irrupción de la pandemia, los estafadores mutaron el delito y comenzaron a obtener créditos que solicitaban a diferentes financieras utilizando identidades usurpadas, cuyos montos eran depositados en diferentes cuentas abiertas en distintas entidades bancarias.

Finalmente, con la acumulación de prueba suficiente, el juzgado interviniente dispuso el allanamiento de los domicilios de los integrantes de la banda y, además, un departamento ubicado en la localidad de San Miguel que servía de oficina para la confección del material y la realización virtual de las estafas, tras lo cual, lograron desbaratar a la organización criminal.

Al mismo tiempo, secuestraron elementos para la confección de los DNI truchos: papel fotográfico, láminas para plastificado, rollos de papel metal y medidas de seguridad, shablon serigráfico para tarjetas, una cortadora metálica de plastificado, cuatro lectoras de bandas magnéticas, dos lectoras de huella dactilar, una guillotina, una máquina de plotter de corte y numerosas botellas de tinta, entre otros.