En medio de un operativo sorpresivo se logró el secuestro de un ladrillo de más de un kilo de cocaína oculto en el baúl de un auto que iba en el Buque Grande Francia, que viajaba desde Montevideo hacia Brasil, y la droga tenía colocada un GPS. Según informó la Aduana, la embarcación había salido desde el puerto de Montevideo, Uruguay, y se dirigía al puerto de Santos, en Brasil.
La inspección sorpresiva fue realizada en la Terminal Zárate y fue llevada a cabo por agentes especializados de la Dirección General de Aduanas, en el marco del Programa Global de Control de Contenedores de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de Aduanas (OMA). El personal de la Aduana controló un total de 1.442 vehículos y, en uno de ellos, encontró el ladrillo que contenía 1.161 gramos de cocaína con un GPS ajustado con cinta y dentro de un bolso impermeable.
Si bien durante la inspección encontraron seis bolsos más, idénticos, todos estaban vacíos. La Aduana denunció los hechos inmediatamente e intervino el Juzgado Federal de Primera Instancia de Campana, a cargo del juez Elpidio Portocarrero Tezanos Pinto.
El magistrado ordenó el levantamiento de huellas de los vehículos; la identificación fehaciente de los 28 tripulantes del buque, con toma de huellas dactilares y fotografías; el registro de las cámaras de vigilancia del lugar y, finalmente, el listado del personal operario que prestó servicios durante la permanencia de la embarcación en la terminal.