El lunes 28 de agosto, la Central Nuclear Atucha II retornó a servicio y volvió a entregar energía a la red eléctrica, tras finalizar con éxito un proceso de reparación sin precedentes en el mundo.
La intervención en el reactor se llevó a cabo utilizando herramientas y procedimientos de ingeniería diseñados y fabricados íntegramente en el país, un hecho posible gracias a las capacidades de Nucleoeléctrica y el apoyo de la Secretaría de Energía, la CNEA, el sector nuclear argentino y proveedores nacionales.
La solución implementada por Nucleoeléctrica Argentina permitió reparar la central de forma remota sin necesidad de desarmar el reactor, como se recomendaba en el diseñador original de la central, lo que permitió acortar los plazos de reparación de cuatro años a diez meses.
La concreción de este desafío no solamente marca un nuevo hito para la industria nuclear argentina, sino que también confirma las capacidades científico-tecnológicas del país para llevar adelante proyectos complejos de ingeniería. De esta manera, la experiencia adquirida por Nucleoeléctrica en esta reparación permitirá al país exportar conocimiento y herramientas para el uso en otras centrales nucleares del mundo.
Evento y detección del desperfecto
Durante las inspecciones de rutina realizadas en el mes de octubre del 2022 en el reactor de Atucha II, personal de la empresa detectó que uno de los cuatro separadores internos del reactor se había desprendido y desplazado de su lugar de diseño, situación que requiere una intervención directa para su reparación.
Luego de detectar la falla, se creó un equipo interdisciplinario con personal de la empresa, y mediante estudios mecánicos, hidráulicos y el análisis documental, se realizó un diagnóstico de la situación. Como resultado de este proceso, se decidió realizar la extracción del separador y se comenzó a trabajar en el uso de métodos de ingeniería de última generación para la implementación de herramientas robóticas y tecnológicas que permitan optimizar los tiempos de reparación.
Desde la identificación del desperfecto, la planta se mantuvo en parada, sin riesgo alguno para el personal, la población o el medioambiente.
Plan de trabajo
Luego de evaluar la situación, se decidió que la mejor opción para extraer el separador a través del canal era cortarlo en cuatro partes, reduciendo así su tamaño a la mitad.
También se resolvió reforzar preventivamente la soldadura de los tres separadores que aún permanecían montados para evitar futuros desperfectos.
Desarrollo de herramientas
Dado que el separador desprendido se encontraba a 14 metros de profundidad dentro del reactor, fue necesario el diseño de herramientas que se adapten a estas condiciones.
Mediante la intervención de múltiples sectores de la empresa, se diseñaron todas las herramientas necesarias para realizar el procedimiento, entre las que se encuentran la herramienta de corte, base de corte, herramienta de sujeción, pinza de agarre, el diseño de un canasto para colocar y extraer la pieza y el diseño de una herramienta de iluminación y visión para poder monitorear la maniobra.
Para poder llevar a cabo la construcción de las herramientas, se trabajó en conjunto con proveedores nacionales. De esta manera, Nucleoeléctrica colaboró con todo su conocimiento al desarrollo de la industria nacional.
Entrenamiento del personal y prueba de herramientas
Con el objetivo de practicar las maniobras de corte y extracción y poder probar las herramientas y los métodos desarrollados, se diseñó, fabricó e instaló un modelo a escala real (mockup) del sector del reactor en el que se realiza la intervención.
Esta instalación fue fundamental para el entrenamiento del personal, lo que permitió realizar la tarea en los tiempos planificados. El tanque que se utilizó para representar el tanque del moderador es el mismo que se utilizó como mock up para probar las herramientas y ensayar las maniobras que permitieron la reparación histórica del reactor de Atucha I de 1988.
Reparación
El primer paso para la reparación fue introducir las herramientas de mesa y ventosa. Con esta última se posiciono y preparo el separador para el corte sobre la mesa. Luego se retiró la herramienta ventosa y se introdujo la herramienta de corte. En total, los trabajos de segmentación del separador llevaron dos semanas.
Una vez finalizado el corte, se introdujo la herramienta de extracción, lo cual permitió sujetar cada uno de los trozos del separador cortado y colocarlo en la herramienta canasto para su retiro del reactor.
El siguiente paso fue la soldadura de los separadores restantes. Este proceso llevó seis días de trabajo.