«Entonces ese mismo boludito lo que empezó a hacer es decir la batalla cultural, la batalla cultural. A ver pedazo de mogólico, imbécil, tarado. La batalla cultural tampoco se puede dar, porque hay algo llamado censura», dice Javier Milei en la grabación.
El repudio de ASDRA a Javier Milei
Desde ASDRA remarcaron que el término «mogólico» se ha utilizado históricamente en relación a las personas con síndrome de Down y su uso como agravio es discriminatorio.
«El término suele usarse para insultar haciendo referencia a la falta de inteligencia de la persona a la cual se dirige. Es decir, sitúa a los individuos en parámetros de normalidad-anormalidad y entiende a la discapacidad intelectual como algo fuera de lo normal, incorrecto u objeto de burla», destacaron.
En ese sentido, ASDRA invitó a la comunidad en general, y en particular a quienes utilizan la palabra mogólico como insulto, a conocer su campaña nacional “Insultos” donde se plantea que la utilización del término “mogólico” constituye en sí mismo un acto de discriminación, tal como lo han expresado personas con síndrome de Down y sus familias.
Rechazos a propuestas de Javier Milei
En tanto, este miércoles diversos sectores manifestaron incertidumbre y rechazo a distintas propuestas de Milei y su equipo.
Los gobernadores, por ejemplo, expresaron su malestar con la iniciativa de desactivar el sistema de coparticipación federal.
Ricardo Quintela, de La Rioja, incluso admitió que podría renunciar si eso ocurriera. «Si no ganamos el 22 de octubre se van a restringir los recursos para nuestra provincia, no va a haber recursos y si a este gobernador no le va bien, tiene que presentar la renuncia», advirtió.
Los industriales, por su parte, también se mostraron incómodos ante algunas iniciativas del dirigente liberal.
“Los industriales no tenemos ningún temor a la apertura de los mercados y a la competencia; pero claramente la competencia tiene que ser en condiciones de igualdad, y para ello, debe ordenarse la macro, debe haber acceso a los insumos para poder producir, créditos a tasas razonables y no de quiebre, y legislación laboral adaptada a las nuevas condiciones de producción”, dijo Walter Andreozzi, de la UIA.