El Secretario General del gremio, Abel Furlán, advirtió que ante las medidas económicas del gobierno de Javier Milei «los metalúrgicos somos los primeros que vamos a estar sometidos a perder cientos de miles de puestos de trabajo».
Los metalúrgicos perciben en este enero el último tramo de aumento salarial acordado en negociación paritaria por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y las cámaras empresarias por el último trimestre del 2023.
Los trabajadores verán reflejado en sus recibos de sueldo una suba del 12,8% correspondiente a diciembre, producto del 7% fijado en paritarias más un 5,8% del ajuste automático por la inflación oficial de noviembre.
El mismo reajuste se produjo en los dos meses anteriores, dado que el índice oficial de precios superó en ambas oportunidades el porcentaje acordado (7% por mes).
Con este incremento se da por cumplimentado el acuerdo trimestral, por lo que el gremio se prepara para dar inicio a una nueva etapa de negociación en el marco de un panorama de total incertidumbre en la actividad.
La apertura de importaciones pone en riesgo la continuidad industrial local que podría ocasionar un fuerte impacto en el sector metalúrgico con caída laboral.
Entre los aumentos y el temor a despidos masivos
Abel Furlán, titular de la UOM, resaltó que ante las medidas económicas del gobierno de Javier Milei «los metalúrgicos somos los primeros que vamos a estar sometidos a perder cientos de miles de puestos de trabajo».
En ese marco, el dirigente se mostró precupado por el futuro de la industria metalúrgica. Dijo que Milei «propone una libertad de mercado que a la industria nacional la va a poner de rodillas definitivamente, donde los compañeros no es que van a estar un salario que no les alcance para sostener a sus familias, van a perder el trabajo».
El gremio debería comenzar las negociaciones en las próximas semanas para fijar un nuevo cronograma de subas, aunque el panorama se presenta oscuro. «Estamos en una situación muy complicada», admitió Rubén Urbano, secretario de prensa de la UOM a La Voz de Córdoba.
Según Urbano, “los empresarios locales, lejos de asustarse por este tema, seguramente se van a dedicar a importar y vender en lugar de producir”. “La política se corrió del medio, el mercado está en la centralidad, y el mercado hace eso: libre importación, libre comercialización y a las empresas les va a sobrar gente”, analizó temiendo una ola de despidos.