Durante el fin de semana largo se incrementó la invasión de mosquitos y junto con eso la velocidad con la que desaparecieron de las góndolas algunos repelentes clásicos que evitan las molestas y últimamente más riesgosas picadura. En farmacias, supermercados, bazares y kioscos ya se ven colocados impresiones que advierten «No hay repelentes» para evitar de esa manera las reiteradas preguntas de los clientes totalmente preocupados.
El fenómeno de la naturaleza repercute en la economía doméstica, ya que la demanda suele impulsar los precios de los productos, como se vio en la primera invasión del año, a comienzos de enero. En Zárate los precios aumentaron significativamente y en algunos comercios se pagó cerca de 10 mil pesos por un aerosol de una reconocida marca de envase naranja.
A la vez esta situación, obliga a gastar suelas o gomas, ya que todavía son difíciles de conseguir debido a la amplia demanda que presentan los comercios. En el radio céntrico ya prácticamente imposible conseguir alguno y los comerciantes tampoco se animan a deslizar alguna fecha de reposición. Esta situación se repite en otras localidades mientras que en internet el envase de crema de 60 gramos, el pote más pequeño, supera los 14.000 pesos en Mercado Libre y el aerosol de 170 cm3 cuesta casi 40.000 pesos en el sitio de compraventa; valores a los que además hay que sumar más de 6.000 pesos de envío, a menos que se retire en el domicilio del vendedor.