Hasta nuevo aviso, el recorrido del ramal Ballester finalizará en la estación de Escobar. El trayecto Victoria-Capilla lleva varios días sin servicio.
El servicio del ramal Ballester-Zárate sólo cuenta con dos formaciones disponibles, de las tres diagramadas para cumplir con todos los servicios. Es, además, la única línea diésel del AMBA que hasta carece de furgón: las formaciones circulan con apenas dos coches de pasajeros.
A este sombrío panorama se sumó días atrás la rotura de un aparato de vía (ADV) en Villa Ballester, lo que generó un cuello de botella y demoras operativas al obligar a circular por vía contraria hasta José León Suárez. Por esa estación circulan también el ramal eléctrico Retiro – José León Suárez y los trenes de larga distancia a Rosario, Córdoba y Tucumán.
La peor noticia llegó en las últimas horas: desde este lunes el servicio de trenes desde Ballester terminará todos sus viajes en la estación de Escobar y desde ahí los reiniciará. La medida, según informan carteles colocados en la boletería, regirá por tiempo indeterminado y “hasta nuevo aviso”, dejando desairados a los usuarios de Campana, Zárate y estaciones intermedias.
El conflicto tiene múltiples razones, pero todas encuentran un común denominador: la falta de inversión, tanto en materia de infraestructura como de recursos humanos. Después de dos años promisorios, con obras, mejoras visibles en el servicio y el aumento de las frecuencias, este 2024 marcó un declive notorio para la línea Mitre.
Por un lado, la cantidad de locomotoras en condiciones de prestar servicio es escasa, lo que impide que se cumplan los cronogramas establecidos. Esto se debe a la falta de repuestos en los talleres de Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE) y a reparaciones demoradas.
Voces autorizadas señalan que “la actual gestión interrumpió cualquier erogación presupuestaria, incluso aquellas vinculadas con trabajos críticos para la mejora o continuidad de los servicios, como la compra de repuestos o la tercerización de trabajos de mantenimiento, solución in extremis a la que recurrió a menudo la gestión anterior”.
También afirman que es límite la situación del combustible: “la provisión de gasoil es mínima, irregular y compromete cualquier previsibilidad de los servicios”.
Por su parte, el material rodante se encuentra en una similar situación de escasez y no hay perspectivas de que ingresen nuevos coches en el corto o mediano plazo.