El hecho ocurrió en un kiosco ubicado en calle Carriego al 952 del barrio Juana María de Zárate donde un malviviente simuló ser cliente y a través de una pequeña ventana apuntó con un arma de fuego al empleado que lo atendía con intenciones de robo.
«Estábamos almorzando a eso de las 14:20 cuando escuchamos el grito de mi amigo que estaba atendiendo pidiendo ayuda» comentó la propietaria del comercio en diálogo con Impacto Local. En ese sentido agregó que «al escuchar el grito, mi hijo va a ver y lo encuentra en el piso». No obstante «al asomarse, el ladron le apunta con el arma haciendo que se vaya del negocio» agregó.
«Activé la alarma desde el celular, al escuchar el ruido y al ver que viene otro cliente el ladron se va caminando lo más tranquilo. Lo vemos girar en la esquina, mi marido sale con el auto para buscarlo y no lo encuentra» relató en detalles la comerciante que con este episodio ya es el tercer hecho que sufre en lo que va del año.
La víctima aseguró que «otras veces también ya nos ha pasado que nos han robado el pizarrón que está afuera y ahora tuvimos que ponerle candado» y se lamentó ya que en este contexto no logra tranquilidad al estar «mirando las cámaras continuamente desde adentro de la casa». Por último advirtió que incrementará las medidas de seguridad en lo que puede «reforzando todo lo que se pueda».
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