Los diputados Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat, Pablo Cervi y José Federico Tournier (no estaba afiliado al partido) estuvieron en el foco del radicalismo en los últimos días, luego de ser quienes definieron mediante su voto el veto de Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria.
Lo que generó revuelo en esta decisión tiene que ver con el cambio en la postura ya que desde el propio bloque boina blanca en la Cámara de Diputados habían presentado el proyecto, que luego fue votado en contra por estos cuatro legisladores de la UCR y no se llegó a los dos tercios que necesitaba para avanzar con su tratamiento en el Senado y la decisión del presidente a Milei quedó firme.
En ese sentido, desde las filas del radicalismo no solo habían mostrado su disgusto con aquellos que se dieron vuelta, sino que habían solicitado la expulsión del partido. La Convención Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) dirigida por Gastón Manes, decidió, en un encuentro virtual de la mesa directiva, dejar en suspenso la afiliación partidaria de cuatro de los diputados díscolos que acompañaron el veto presidencial de Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria.
Previo a la votación en la Cámara Baja la Convención ya había amenazado que ante «eventual incumplimiento a lo resuelto por esta Mesa directiva de la HCN», advertía el comunicado, «se dará inmediato traslado de lo acontecido al Tribunal Nacional de Ética de la Unión Cívica Radical para el tratamiento de la conducta de sus afiliados y afiliadas legisladores y legisladoras que incurrieran en tal actitud».