La semana pasada comenzó el clamor para que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner sea la primera mujer en convertirse en presidenta del PJ nacional. El pedido lo iniciaron algunos intendentes y referentes del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires, y se ratificó en el último encuentro del Partido a nivel provincial en Monte Hermoso.
Luego del acto encabezado por Máximo Kirchner, Cristina respondió el pedido de la dirigencia y se lanzó como candidata a presidenta del Partido Justicialista Nacional. Sin embargo puso algunos peros, como el pedido de que no haya internas para dirimir al sucesor de Alberto Fernández.
Para confirmar su deseo, la expresidenta publicó una extensa carta en su cuenta de X donde comenzó lanzando duras críticas al presidente Javier Milei al considerarlo “un showman economista en la Rosada que, aferrado a la teoría del ajuste permanente convocaba a las audiencias televisivas prometiendo la dolarización “porque el peso es un excremento” y repetía que el ajuste sólo lo iba a pagar ‘La Casta’”.
Tras hacer una breve cronología que tituló “desencuentro argentino: peronismo y anti-peronismo. Liderazgo político y social”, la expresidenta realizó una fuerte autocrítica con respecto al espacio peronista: “Hoy el peronismo sólo gobierna 5 de las 23 provincias argentinas y perdió la mayoría en la Cámara de Senadores; siendo esta una situación de pérdida de representación institucional inédita en el período democrático”.
“Está claro que hay que enderezar lo que se torció y ordenar lo que se desordenó. Esto plantea la necesidad de crear un ámbito de discusión y participación que hoy no existe y que su ausencia sólo genera confusión y vacío. No tengo dudas que, en esta etapa, el partido es el lugar más apropiado para desarrollar el continente que genere el contenido y que este, además, tenga dirección y objetivos”, añadió la exmandataria.
Allí solicitó una nueva renovación dirigencial: “Debemos poner en marcha el segundo trasvasamiento, incorporando las nuevas generaciones en los secundarios, universidades, sindicatos, movimientos sociales y, desde ahí, recomponer la presencia en las barriadas populares junto a las iglesias, las sociedades de fomento, los clubes de barrio y todas aquellas instituciones organizadas desde la comunidad”.
Luego agradeció el clamor por parte de la dirigencia y manifestó: “Nunca he ocupado un lugar sin tener la certeza de estar capacitada para la tarea encomendada; sin miedo ni presiones”.
“Quiero decirles que estoy dispuesta, una vez más, a aceptar el desafío de debatir en unidad porque si algo tengo claro también, es que acá no sobra nadie. Sin embargo, la unidad necesita dirección y proyecto para construir el mejor peronismo posible en una Argentina que se ha vuelto imposible para la mayoría de sus habitantes”, enfatizó para confirmar su candidatura.
Para finalizar, Cristina sentenció: “Lograr ello no es un objetivo en sí mismo, sino concebir a nuestro partido como el instrumento que debe dar el primer paso para reagrupar a todas las fuerzas políticas y sociales detrás de un programa de gobierno que devuelva a esta Argentina sumida en la crueldad y el odio de los necios, la esperanza y el orgullo de ser argentinos”.
Sin embargo, no son todas buenas noticias para Cristina Kirchner. Al mismo tiempo que publicó la carta para lanzar su candidatura a la presidencia del PJ Nacional, La Cámara de Casación confirmó la fecha para conocer si confirman, o no, su sentencia por la Causa Vialidad, donde fue condenada a seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos.
La Sala IV de la Cámara de Casación Penal, integrada por el juez Gustavo Hornos, Diego Barroetaveña y Mariano Borinsky, puso la fecha del 13 de noviembre para conocer el veredicto final.