Opinión: Por Armando Borgeaud
Si durante el otoño invierno la falta de agua se hizo sentir de manera crítica, qué pasará cuando muy pronto el calor provoque el aumento estacional del consumo, sumado a las piletas de natación de todo tipo y tamaño que florecen en la ciudad durante el verano, cuando comiencen los cortes eléctricos que se anuncian debido a las temperaturas extremas pronosticadas para los meses venideros cuando, además, se inauguren los edificios aún en construcción (por ejemplo, en la calle Ituzaingó hay dos muy cercanos que en poco tiempo estarán listos para ser habitados, existe además una reactivación de la construcción en general luego de la eliminación de la ley de alquileres ) ¿Deberemos esperar al aguatero que transitará por las piedritas de la peatonal ?.
Desde hace largos años, después de la gran tormenta de diciembre pasado la situación se ha agravado, los zarateños que vivimos en un amplio sector del centro de la ciudad, ignoro qué pasa en otras áreas, pero supongo que el panorama no debe ser mucho mejor, sufrimos una escasez de agua potable que por momentos se vuelve dramática.
Durante aproximadamente ocho y a veces diez horas diarias, el servicio se interrumpe totalmente. Es decir que, desde muy temprano en la mañana, y hasta después de las dieciocho horas y a menudo más tarde también, las casas que no poseen tanques auxiliares a nivel de la tierra o bajo ese nivel, no tienen acceso al agua potable, con las terribles consecuencias sanitarias que esa falta implica para la salud de las personas.
Evidentemente, un Gran Hermano va abriendo y cerrando las válvulas de suministro con auténtica vocación distribucionista para que los gritos no se oigan todos a la vez.
Aún quienes tenemos tanques auxiliares con las bombas para izar el agua a un nivel superior ( algunos edificios poseen sistema de tratamiento del agua en sus depósitos), estamos obligados a beber agua en condiciones dudosamente aptas durante la mayor parte del día, ya que no es sencillo asegurar la limpieza de grandes recipientes para lo cual, además, los ciudadanos no recibimos recomendaciones de cómo deberíamos hacerlo para asegurar la continuidad de la potabilidad del agua corriente en esos casos.
Finalmente, algunas preguntas que seguramente quedarán sin respuesta:
¿Hay alguien que está planificando cómo actuar cuando en vez de un faltante del servicio de diez horas pasemos a contar con agua potable una vez por semana?
¿ Se habla suficientemente de este tema y con información precisa en las conferencias de prensa del intendente ?
¿ Habrá alguna compensación económica a los usuarios que no somos responsable del desastroso estado de la empresa que brinda el servicio y a los que nos llegan las facturas como si todo funcionara normalmente ?
¿Qué opinan y qué saben los integrantes del Consejo Deliberante ?
¿ No entienden los funcionarios ( hablo en general ) que debería informarse a los ciudadanos ya un poco anestesiados por la incompetencia, sobre la grave situación de falta de agua que padecemos los zarateños?
Por ejemplo, adjuntado una nota a las puntuales facturas que pasan bajo la puerta de nuestros domicilios, donde se explique lo que se está haciendo, lo que se hará, los costos involucrados, y ya que estamos, la situación financiera de la empresa prestataria.
¿Existe algún control y penalidad para quienes conectan bombas ilegalmente para extraer agua de las líneas perjudicando aún más a sus vecinos para salvarse solos ?
¿ Cuál es el porcentaje de incumplimiento en el pago del ABL que incluye el servicio de agua?
¿Es verdad lo que se rumorea que abundan los casos de conexiones clandestinas ?
Hace muchos años, un amigo conocedor de los pasillos de la política me decía que no había cosa más fácil que gobernar sin dar explicaciones a quienes pagamos los impuestos, los servicios, los sueldos municipales. Todos los días, él ya no está entre nosotros, le doy la razón mirando al cielo ( si es que por su lucidez no está en el infierno muriéndose de sed ).