El próximo jueves 24 de octubre, todos los estudiantes que cursan el último año de la escuela secundaria participarán de la prueba Aprender 2024. La evaluación, de carácter censal, abarcará las áreas de Lengua y Matemática. Se espera la participación de 591.426 estudiantes de 13.722 escuelas de todo el país, de gestión estatal y privada, tanto urbanas como rurales.
El operativo es organizado por la Subsecretaría de Información y Evaluación Educativa, a cargo de María Cortelezzi. Además de la prueba estandarizada, como es habitual, se aplicarán cuestionarios complementarios de contexto a estudiantes y equipos directivos para indagar sobre otros aspectos relacionados con la situación familiar de los chicos, el clima escolar y las condiciones de enseñanza y aprendizaje.
La prueba no implica suspensión de clases. Sus resultados (nacionales y por provincia) estarán disponibles en mayo de 2025. A fines del año que viene, además, cada escuela recibirá un reporte con la información de sus estudiantes, con el objetivo de “orientar la toma de decisiones”, según se indica en la última versión del Plan Nacional de Evaluación Educativa 2023-2024, aprobada en mayo por el Consejo Federal de Educación.
Según el esquema oficial actual, la prueba Aprender se toma todos los años: en los años pares se evalúa a los estudiantes del último año de secundaria (5° o 6°, según la provincia); en los impares, a los alumnos de 6° grado de primaria. La edición anterior de la evaluación de secundaria se había aplicado en 2022.
El 24 de octubre los estudiantes deberán responder una serie de preguntas de opción múltiple. La evaluación fue elaborada “considerando las capacidades cognitivas y los contenidos específicos de cada área de conocimiento”, explica el Manual Aprender 2024, elaborado por la Secretaría de Educación. “El diseño de la evaluación se basa en los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP) y es sometido a consulta con las jurisdicciones de todo el país, de manera que refleja un consenso federal sobre los objetivos y contenidos de la evaluación”, agrega el documento.
Uno de los objetivos de esta edición es mejorar las tasas de respondientes, es decir, el porcentaje de estudiantes que resuelve al menos el 50% de los ítems. En septiembre las escuelas debieron realizar un trabajo de “sensibilización” con los estudiantes que participarán de la prueba, además de informar a las familias. Ese trabajo prevé organizar un ejercicio previo que les permita a los estudiantes familiarizarse con el formato de la evaluación.
Desde la secretaría encabezada por Carlos Torrendell sugirieron a las escuelas enviar una carta a las familias en la que se enfatice la importancia de que los estudiantes asistan ese día y respondan la evaluación completa. “Su participación repercute directamente en el diagnóstico, además de que permite obtener información valiosa y útil para mejorar las estrategias de enseñanza en la escuela y para implementar mejores políticas educativas en la provincia y en el país”, señala el texto propuesto por la Secretaría.
Un mes después de la evaluación de secundaria, el 20 de noviembre, llegará el turno de la prueba Aprender de 3º grado de primaria, que las autoridades sumaron este año al Plan Nacional de Evaluación Educativa. Esta prueba se enfocará solo en el área de Lengua y será muestral: participarán 112.437 estudiantes de 4.755 escuelas de todo el país. La muestra será representativa a nivel nacional, jurisdiccional, por ámbito (urbano y rural) y sector de gestión (estatal y privado). El objetivo es contar un diagnóstico sobre el nivel de comprensión lectora de los alumnos al terminar el primer ciclo de primaria, en sintonía con los objetivos definidos en el Plan Nacional de Alfabetización. La última vez que se había tomado una evaluación nacional en tercer grado había sido en 2016.