Vecinos comentaron a Impacto Local que «producto de la humedad constante que se filtra en distintos sectores, las paredes quedan completamente destruidas, ahí mismo nos atienden y trabaja el personal de salud y administrativo». Mientras que también «al estar la filtración en la parte eléctrica los cortes de energía son repetidos a lo largo del día, la sala queda sin energía y lo que nos preocupa son las vacunas que están en las heladeras».
No solo es el problema de la humedad sino que a eso se le suma que el lugar no cuenta con conexión cloacal, «hay un pozo negro que está completado tapado y los desechos del baño rebalsan por el inodoro».
Desde el gremio ATE advirtieron que ya hicieron el reclamo a las autoridades municipales «sobre todo por la peligrosidad que representa para el trabajador, sin embargo las respuestas concretas no llegan y el riesgo continúa, en ese estado brindan el servicio de salud a los vecinos».
En el año 2012 se inauguró la Unidad Sanitaria de barrio Bosch. Su moderna construcción fue cofinanciada por la Municipalidad de Zárate y el Gobierno de Japón a través de su embajada en Argentina. Sin embargo el paso del tiempo y la evidente falta de mantenimiento agravó su deterioro.
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