La escandalosa declaración de Javier Milei, quien manifestó su deseo de «enterrar viva» a Cristina Fernández de Kirchner, no solo encendió una tormenta política, sino que confirmó un alarmante patrón de agresión y violencia en su presidencia.
Frente a este ataque, la ex presidenta respondió con una carta pública a través de un tweet devastador, desmontando pieza por pieza la gestión fallida del libertario y revelando los desvaríos peligrosos de un mandatario desbordado por su incapacidad. “¿Así que ahora también me querés matar? Estás nervioso y agresivo porque todas las idioteces que, durante años, dijiste en la tele y todavía seguís repitiendo son solo eso: idioteces”, escribió Kirchner con contundencia.
SEÑALÓ A JAVIER MILEI COMO «INCAPAZ»
Lejos de quedarse en el plano personal, Cristina Fernández no dudó en evidenciar las contradicciones que definen la gestión de Milei, tildándolo de incapaz de sostener las mismas promesas que lo llevaron al poder.
La ex presidenta destacó cómo las “idioteces” que Milei proclamó durante años en los medios de comunicación, convertidas en eslóganes vacíos de su campaña, hoy se desmoronan frente a la realidad.
La dolarización, uno de los pilares de su plataforma económica, quedó reducida a una “tablita” similar a la que implementó José Alfredo Martínez de Hoz en la dictadura militar, una receta que provocó la crisis de los 80. «Resulta que ibas a dolarizar y terminaste copiándole la tablita del dólar a Martínez de Hoz», arremetió Kirchner, con una precisión que expone la fragilidad de las promesas de Milei.
Pero la crisis de coherencia no termina ahí. Cristina denunció el regreso de Luis “Toto” Caputo, uno de los artífices del desastre financiero del gobierno de Macri, para implementar el famoso «carry trade», permitiendo que los sectores financieros saquen tajadas gigantescas del colapso económico.
La ironía es innegable: quien se presentaba como el salvador anti-establishment no hizo otra cosa que reciclar los errores de sus predecesores neoliberales. «Pensé que los plagios solamente los hacías con los libros», disparó como chicana Cristina, evidenciando el absurdo de que Milei, quien se jactaba de ser diferente, repite las mismas políticas fallidas del pasado.
LA ADVERTENCIA ECONÓMICA DE CRISTINA
El discurso de Milei sobre cerrar el Banco Central también quedó en el aire, mientras transfirió los pasivos a los argentinos con instrumentos financieros como las LEFI y LECAPS, generando una deuda que amenaza con explotar, dejando consecuencias devastadoras. “Dijiste que ibas a cerrar el Banco Central y terminaste pasando sus pasivos al Estado argentino con las LEFI y las LECAPS”, sentenció la ex presidenta. Esta bola de nieve financiera, señaló Kirchner, genera más de 2 billones de pesos en intereses mensuales y cuando explote, será imposible de manejar.
Fernández de Kirchner no solo desnudó la incompetencia de Milei, sino que le recordó, con agudeza, la tragedia del hambre que azota a millones de argentinos, un flagelo que él prometió erradicar.
En lugar de cumplir con su palabra, Milei se refugia en insultos y amenazas. “Sería bueno que, en lugar de insultar a diestra y siniestra, y amenazarme con mi muerte, encontraras la forma de que los argentinos puedan volver a comer cuatro veces al día”, añadió con mordacidad la ex mandataria, dejando en claro que mientras Milei se distrae con discursos violentos, la gente sufre las consecuencias de su mala gestión.
La gravedad de esta situación va más allá del espectáculo político. Cristina hizo una advertencia escalofriante: la violencia verbal promovida por el propio presidente y amplificada por los medios crea un clima de intolerancia que, como ya ocurrió en el pasado, puede desembocar en tragedias.
Ni a los más jóvenes se les escapa que el país vivió épocas oscuras, donde la eliminación del adversario fue el método predilecto para sostener el poder.
La sombra de aquellos tiempos resurge con la retórica incendiaria de Milei. “Ya hubo una época en la Argentina en la que se pensaba que la muerte del adversario era la solución. De aquel tiempo podés preguntarle a tu Ministra de Seguridad que, de eso, puede dar cátedra”, recordó Cristina, lanzando un dardo directo al corazón del gobierno libertario en la persona de Patricia Bullrich qué pasó de activista de la izquierda de los años 70 a represora indolente en este siglo.
La amenaza hacia Cristina Kirchner no debe tomarse a la ligera. No solo está dirigida a una figura clave de la historia argentina reciente, sino que forma parte de un clima de odio fomentado desde la cúpula misma del poder.
LO RESPONSABILIZA DE LA VIOLENCIA
En este contexto, resulta imperioso que las fuerzas políticas y sociales se unan para rechazar el discurso de violencia que Milei legitima, poniendo en riesgo no solo a la democracia, sino también la integridad física de quienes se oponen a su desastroso gobierno. «Lo hago responsable a usted y a los medios que han habilitado discursos de violencia sin límites», advirtió Cristina, señalando directamente a Milei y los medios cómplices de este clima de violencia.
Javier Milei demuestra cada día que, además de ser un presidente incapaz, está dispuesto a cruzar todos los límites del decoro y la convivencia democrática.
En lugar de gestionar el Estado, prefiere recurrir a la intimidación y la violencia. Si no reflexiona o alguien lo pone «en vereda», lo único que logrará es hundirse aún más en la vergüenza histórica.