En medio de la cumbre del G20, el presidente libertario y el líder comunista se encontraron por primera vez para avanzar en una agenda común vinculada a las inversiones en infraestructura que pretende Beijing y la necesidad de Argentina de mantener el swap y multiplicar las exportaciones al lejano oriente. Ambos se cursaron invitaciones para visitar los dos países.
Cerca de las 10.40, Javier Milei y Xi Jinping se encontraron para diseñar una hoja de ruta que contemple las necesidades económicas de la Argentina y fortalezca los intereses de Beijing que empuja una ofensiva geopolítica sobre América Latina.
El cónclave sucedió en el hotel Sheraton -adonde se aloja el premier chino- bajo estrictas medidas de seguridad, y se extendió por 30 minutos.
El gobierno nacional informó que durante la reunión se analizaron “temas de relevancia para la relación bilateral, incluyendo la cooperación constructiva y la ampliación de las relaciones comerciales entre ambos países”.
“China expresó su interés en incrementar el comercio, mientras que Argentina manifestó su vocación de diversificar y aumentar su oferta de exportaciones al mercado chino”, ampliaron mediante un comunicado.
Durante el encuentro, Xi Jinping cursó una invitación formal a Milei para que visite China, y el presidente argentino retribuyó con una invitación similar para que Xi pase por Buenos Aires. “Estas visitas se realizarán en plazos y términos a acordar entre ambas cancillerías”, precisaron desde la delegación libertaria.
Por su parte, desde el gobierno chino detallaron que “Milei valoró altamente las relaciones de amistad” entre ambos países. Y “manifestó su voluntad de seguir profundizando la cooperación binacional, por lo que el presidente Xi expresó su aprecio”.
La misma fuente gubernamental recordó que este año se cumple el 10º aniversario de la Asociación Estratégica Integral entre China y Argentina, por lo que es un buen momento para fomentar un “desarrollo duradero y estable que coadyuve mejor al desarrollo de ambos respectivos países”.
En representación de Argentina, participaron de la reunión el ministro de Economía, Luis Caputo; el canciller Gerardo Werthein; la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el ministro de Defensa, Luis Petri; el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger; el vocero presidencial, Manuel Adorni; y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, junto con otros secretarios y funcionarios del gobierno.
La cita oficial reflejó el giro pragmático de Milei, que hasta el año pasado aparecía reacio a mantener relaciones diplomáticas con el régimen comunista de China.
El jefe de Estado asignó al encuentro con Xi un fuerte valor estratégico, que se vio reflejado por la presencia de la mayoría del gabinete nacional: Gerardo Werthein (canciller), Luis Caputo (ministro de Economía), Santiago Bausili, (titular del Banco Central), Federico Sturzenegger (Desregulación y Transformación del Estado) y Luis Petri (Defensa), participaron del cónclave cerca de la playa Leblon.
Tras la reunión con el líder chino, Milei y su comitiva se reunirán con Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Milei está en las antípodas ideológicas de Xi, y durante la campaña electoral de 2023-hoy se cumple un año de su triunfo en el balotaje- reiteró que no tendría ninguna vinculación con Beijing, si asumía en la Casa Rosada.
“Nosotros no hacemos pacto con comunistas. Yo no promovería la relación con comunistas. Ni con Cuba, ni con Venezuela, ni con Corea del Norte, ni con Nicaragua, ni con China”, sostuvo Milei, el 16 de octubre de 2023, cuando le preguntaron su opinión sobre el régimen que encabeza Xi.
El pragmatismo político que exhibe Milei con Xi es consecuencia directa de los consejos del ministro Caputo y el titular del Banco Central, Santiago Bausili. Argentina tiene una debilidad estructural en sus reservas públicas, y China funciona como un soporte financiero a través de un swap por 5.000 millones de dólares con libre disponibilidad.
El Presidente conoce de economía y finanzas, y sencillamente Caputo y Bausili le explicaron que sin swap chino todo podía complicarse en los mercados. Milei entendió el asunto y apelando a la realpolitik dio un giro de 180 grados. Desde ese momento, Milei, Karina Milei, la excanciller Mondino, Werthein, Caputo y Bausilli se dedicaron a aceitar los vínculos diplomáticos con Beijing.
En este contexto, el ministro de Relaciones Exteriores cerró la audiencia de Milei y Xi en el G20.
El líder comunista ya sabe de las necesidades de la Argentina, y a cambio tiene una larga lista de objetivos geopolíticos que intenta coronar desde la administración de Mauricio Macri y el gobierno que compartieron Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
La ambiciosa lista de Xi incluye las represas hidroeléctricas en el sur, las centrales nucleares en Buenos Aires, un puerto de aguas profundas en Tierra del Fuego, la participación en las comunicaciones de la Argentina, el control de la Hidrovía, y el acceso sin límites al cobre y litio del país.