La ley en la que se basa Kicillof rige para combustibles líquidos y gaseosos, sigue vigente. También aclara que todas las estaciones de servicio «deberán estar atendidas por personal, especialmente capacitado». De lo contrario, «serán sancionadas con la clausura preventiva del establecimiento».
Sturzenegger, adelantó a principios de diciembre que la Casa Rosada ya tiene redactado un decreto para habilitar en todo el país el autodespacho de combustibles en estaciones de servicio. El servicio se habilitaría de 19 a 6 de la mañana y estaría respaldado por medios de pago electrónicos, supervisado por personal capacitado que permanecería en las estaciones para brindar asistencia.
El ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, ratificó la postura del gobernador. En una reunión realizada la semana pasada con dirigentes del sindicato de obreros de estaciones de servicio (SOESGYPE), el funcionario enfatizó que esta decisión busca preservar los puestos de trabajo y la salud de los empleados del sector.
Por su parte, la Federación de Entidades de Combustibles, a través de su presidente Juan Carlos Basílico, también manifestó su rechazo a la medida, argumentando que el expendio de combustibles implica riesgos que solo personal especializado puede manejar adecuadamente.
Según Correa, la decisión del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, es «hacer respetar la ley 13.623 que prohíbe la operación de surtidores de combustibles por parte del cliente o de personal ajeno a la tarea de expendio». El ministro de la cartera laboral explicó que el posicionamiento buscsa «proteger el empleo, la salud y la seguridad de las y los trabajadores».