La respuesta más común frente a estas situaciones es plantear el problema de manera informal, en primera instancia a las personas pares como interlocutores (12,1%). Las mujeres recurren a esta opción en mayor medida (14,6%) que los hombres (9,4%). En el caso de las mujeres en relación de dependencia con roles de liderazgo, sólo el 5% elige Recursos Humanos frente a los hombres, que en la misma condición laboral acuden en un 15,4%.
La intervención estatal cuenta con un alto nivel de apoyo: el 87,5% de las personas encuestadas respalda la acción del Estado. El 98% de las mujeres líderes en relación de dependencia apoya la intervención estatal en la creación de entornos libres de violencia y acoso, frente al 90% de los hombres líderes que trabajan bajo esta modalidad.
La organización afirmó que identificaron que «los procesos de selección, promoción y evaluación del desempeño aún presentan sesgos que pueden dificultar el crecimiento» tanto de mujeres como diversidades. Como ejemplo, menciona que se siguen premiando «modelos de liderazgo tradicionales» que no contemplan el impacto profesional de la «conciliación entre el trabajo remunerado y las responsabilidades de cuidado».
Por su parte, la directora general del Observatorio Ahora Que Sí Nos Ven, Raquel Vivanco, apuntó: «Una vez que las mujeres logramos saltar las barreras para acceder a puestos de liderazgo, debemos lidiar con una infinidad de situaciones que configuran acoso y violencia por motivos de género».