La Confederación General del Trabajo (CGT) ha ratificado la convocatoria a un paro general de 36 horas que comenzará el 9 de abril al mediodía y se extenderá hasta el 10 de abril, a pesar de la conciliación obligatoria dictada por el Gobierno en el conflicto que mantiene la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
La medida de fuerza fue confirmada tras una reunión en el Salón Felipe Vallese de la sede de la CGT, donde las delegaciones regionales aprobaron una jornada de movilización desde el 9 de abril, el paro general y un acto masivo el 1° de mayo. Durante el encuentro, se enfatizó la necesidad de sostener la confrontación con el Gobierno y se propuso que el paro sea parte de un plan de lucha más amplio.
La CGT aclaró que la conciliación obligatoria dictada para el conflicto específico de la UTA no impide que este gremio se adhiera a una medida dispuesta por el Consejo Directivo de la central sindical. Por lo tanto, el paro general sigue en pie y contará con la participación de diversos sectores sindicales.
Esta decisión se enmarca en un contexto de tensiones laborales y negociaciones salariales, donde la CGT busca presionar al Gobierno y a los empleadores para obtener mejoras en las condiciones laborales y salariales de los trabajadores.