El Gobierno nacional, encabezado por el presidente Javier Milei, expresó su rechazo a la huelga general convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y las dos Centrales de Trabajadores de la Argentina (CTA). Funcionarios oficiales calificaron la medida como un «fracaso total» y la atribuyeron a la «casta sindical kirchnerista».
A pesar de la paralización de actividades en diversos sectores, el Ejecutivo sostuvo que fue «un día normal» y que el paro representó «uno de los últimos coletazos de quienes viven de la extorsión y el apriete». El vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmó que la dirigencia sindical está «atrincherada en el poder político-sindical, enquistados en el nido de la casta».
Durante la jornada, el presidente Milei reunió a su gabinete en la Casa Rosada, acompañado por funcionarios como Karina Milei, María Ibarzábal, Sandra Pettovello, Mariano Cúneo Libarona, Luis Caputo, Patricia Bullrich, Guillermo Francos, Luis Petri, Mario Lugones, Martín Menem y Santiago Caputo. La vicepresidenta Victoria Villarruel no participó del encuentro.
El Ministerio de Seguridad informó haber recibido 823 llamadas a la línea 134, de las cuales 92 estuvieron relacionadas con el paro. Según el ministerio, estas comunicaciones aportaron «datos específicos y elementos suficientes para el análisis».
El Gobierno reiteró su compromiso con la libertad y el trabajo, y aseguró que continuará implementando políticas que beneficien a todos los argentinos.