Aunque muchas veces se los menciona como sinónimos, CBD y cannabis medicinal no son lo mismo. En esta nota aclaramos conceptos clave para comprender qué es cada uno, cómo se utilizan y por qué distinguirlos es fundamental tanto para pacientes como para profesionales de la salud.
Un debate cargado de confusión
En la conversación pública y en redes sociales, el término “cannabis medicinal” se usa de forma amplia, muchas veces sin precisión. Parte de esa confusión surge porque el cannabidiol (CBD) es uno de los principales compuestos presentes en la planta de cannabis, pero no es el único, ni necesariamente el más relevante en todos los contextos terapéuticos.
Composición química: más allá del CBD
El cannabis es una planta que contiene más de cien fitocannabinoides. Los dos más conocidos son el THC (tetrahidrocannabinol) y el CBD (cannabidiol). Mientras el primero tiene efectos psicoactivos —es decir, altera la percepción— el segundo no. El cannabis medicinal puede incluir ambos, dependiendo de la formulación y la patología a tratar.
Por ejemplo, tratamientos para dolor oncológico, espasticidad en esclerosis múltiple o náuseas severas suelen incluir THC en distintas proporciones. En cambio, el CBD puro o en formulaciones sin THC se usa más en casos de ansiedad, epilepsia, inflamación o trastornos del sueño.
Formas farmacéuticas y usos clínicos
Los productos de CBD pueden presentarse como aceites sublinguales, cápsulas, cremas, o comestibles, y muchas veces están disponibles sin receta médica, según el país. En cambio, los tratamientos con cannabis medicinal completo —que incluyen THC— suelen requerir indicación y seguimiento médico. En Argentina, por ejemplo, solo ciertos productos con CBD aislado están aprobados para venta libre, mientras que los tratamientos con THC están regulados por el programa REPROCANN.
Marcas reconocidas como Royal CBD, especializadas en cannabidiol puro y de espectro completo, ofrecen productos que cumplen con altos estándares de calidad y pruebas de laboratorio, pero no incluyen THC, por lo que no se consideran cannabis medicinal en sentido legal en muchos países. Puedes ver en Royal CBD más de aceite de cannabi precio.
Qué dice la evidencia
Diversos estudios han documentado beneficios del CBD en patologías como epilepsia refractaria (Epidiolex es el primer fármaco aprobado por la FDA basado en CBD) y en cuadros de ansiedad o inflamación. El THC, por su parte, ha demostrado eficacia en el control de dolor neuropático, vómitos inducidos por quimioterapia y espasticidad, pero con mayores riesgos de efectos adversos y dependencia.
Por eso, médicos especializados suelen trabajar con fórmulas balanceadas (CBD:THC) adaptadas a cada paciente, lo que diferencia al cannabis medicinal del simple uso de productos con CBD aislado o cosmético.
CBD y cannabis medicinal pertenecen a la misma familia, pero cumplen funciones distintas, tanto desde lo clínico como desde lo legal. Entender estas diferencias no solo permite elegir el producto correcto, sino también evitar malentendidos que pueden afectar tratamientos o expectativas terapéuticas. En un campo donde la información abunda pero la precisión escasea, es clave acudir a fuentes confiables y productos de marcas serias, como Royal CBD, que apuestan por la transparencia y la calidad farmacéutica.