Durante la tarde de hoy en el barrio San Miguel, vecinos autoconvocados se manifestaron para exigir medidas urgentes de seguridad.
El reclamo surgió tras un violento asalto ocurrido a plena luz del día, que volvió a exponer la falta de patrullaje, la escasa iluminación y la ausencia de respuestas por parte de las autoridades. Según denuncian, los robos y entraderas ocurren a cualquier hora, incluso en la mañana, y la garita policial ubicada en la zona no brinda asistencia efectiva.
Los residentes aseguran que, ante la falta de respuestas oficiales, han debido instalar alarmas y luminarias por sus propios medios. También advierten que el transporte público es limitado y obliga a caminar varias cuadras por zonas oscuras, incrementando el riesgo. Afirman que no quieren más reuniones sin resultados y exigen acciones concretas: cámaras, alarmas vecinales y patrullajes regulares.
El último hecho que motivó la protesta fue el asalto a una familia, cuando dos personas armadas los abordaron en la puerta de su vivienda. Los vecinos sostienen que la situación es insostenible y piden una intervención urgente para recuperar la tranquilidad y frenar la inseguridad que, según ellos, se profundiza día a día.
