Los ocho rugbiers oriundos de Zárate, detenidos que serán juzgados por el doble homicidio calificado de Fernando Báez Sosa a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell en enero del 2020 tienen la estrategia de querer voltear el caso, denunciando que hubo irregularidades en la investigación.
Eso ya lo adelantó su abogado Hugo Tomei, quien incluso reclamó al Tribunal Oral Criminal 1 de Dolores que cite a declarar como testigos a los fiscales Verónica Zamboni y Walter Mercuri, quienes investigaron el caso.
La intención es argumentar que hubo irregularidades en cómo se encaró la investigación a los rugbiers. Los abogados argumentan que nunca les informaron de qué se los acusaba a cada uno de ellos y eso les impidió ejercer su derecho de defensa.
Por ahora el Tribunal 1 rechazó el planteo del abogado de los rugbiers de convocar a los fiscales y en la misma línea procedió sobre la defensora oficial que intervino durante la instrucción, María Olindi Huepsi. Para los jueces, ellos fueron investigadores y en el caso de la defensora representante legal, pero no testigos.
La prueba que hay contra los rugbiers es contundente. Testigos que los reconocieron, imágenes de una gran cantidad de cámaras de seguridad del lugar y hasta sus propios teléfonos, ya que al ser detenidos habían tenido conversaciones sobre la golpiza brutal que protagonizaron esa madrugada del 18 de enero del 2020.
Otra prueba contundente son los rastros del ADN compatible con el de Fernando que encontraron en las prendas de los acusados cuando fueron allanados y detenidos en la vivienda que habitaban ese verano en Villa Gesell.
El Tribunal 1 fijó el juicio para enero del 2023. Las conocidas demoras del Poder Judicial causaron pesar en la familia de Fernando, pero también es la realidad cotidiana de jueces que tienen a cargo una gran cantidad de casos que someter a juicio, y que se sumaron a otro gran problema: conseguir un lugar físico.
Se barajó la posibilidad de utilizar el teatro de la Ciudad de Dolores, el Colegio de Abogados pero finalmente los jueces pidieron la disponibilidad de la sala de audiencias multifueros del palacio de Tribunales. Se inclinaron por esta opción porque es la única que cuenta con un sistema de autograbación y “mayor capacidad de aforo”.
Serán 22 audiencias, todo el mes de enero y hasta podría insumir algunos días de febrero, y en plena feria judicial. Los jueces no tuvieron más remedio que establecerlo en pleno receso de verano, por los otros casos que también desbordan su agenda pero también para poder hacerlo de corrido sin poner en riesgo la continuidad del juicio que tendrá toda la atención encima.