«Siempre elegí decirles una verdad incómoda antes que una mentira confortable. Cuando asumí en diciembre les advertí que para sacar al país de la miseria en la que nos hundió la casta política íbamos a tener que atravesar un intervalo duro de esfuerzo y dolor», afirmó el mandatario.
Milei sostuvo que, más allá del sacrificio que ha hecho la sociedad hasta el momento, eso no quiere decir «que hayamos llegado a destino o que le hayamos puesto fin al esfuerzo que tenemos que hacer para llegar a ser el país que queremos ser: una gran potencia mundial», por lo que enfatizó: «Es demasiado lo que nos han quitado en las últimas décadas«.
«Ese esfuerzo debe significar progreso, porque sino no es sacrificio, es un martirio», exclamó el Presidente, quien aseguró que «el programa económico funcionó y funciona», al tiempo que volvió a cuestionar a los «econochantas» que «vienen errándole sistemáticamente desde diciembre cuando llegamos a la función».
Insistió Milei en que «los salarios vienen creciendo al 3,5% mensual real», y argumentó: «Si eso lo anualizaran da 51% real. Son números enormes. Si replicaran ese ejercicio durante cuatro años y medios alcanzaríamos a Estados Unidos. Son cifras enormes. No se si es un problema de ignorancia o de mala intención».
El Presidente aseguró que, de acuerdo a los datos, el país está mejor ahora que en diciembre del 2023. «Estamos mejor que cuando asumimos», enfatizó, al tiempo que destacó el descenso de la inflación que se logró «casi sin costo» luego de haber realizado «el ajuste macroeconómico más grande de la historia de la humanidad, porque ajustamos 15 puntos del PBI».