Vilma Márquez, denunció que su madre de 93 años fue sometida a una situación de abandono de persona en un geriátrico de Zárate ubicado en calle Félix Pagola 1.106, esquina Urquiza, luego de se le descubriera serias heridas en distintas partes de su cuerpo. Ahora iniciará acciones judiciales contra el establecimiento.
«Mientras no estaba la pandemia, podía entrar junto a mi papá para verla, pero cuando llegó la pandemia por protocolo dijeron que no se podía ingresar, que solamente la podíamos ver a través de un vidrio, entonces yo iba día por medio,a cualquier hora y la miraba, preguntaba qué necesitaba, siempre estuve presente creyendo de alguna manera en la palabra de la dueña del lugar, que es Aurelia Benítez que siempre me dijo que estuvo bien mi mamá» expresó Vilma Márquez en declaraciones a Fm Omega.
Sin embargo en los últimos casi tres meses la situación fue cambiando, una vez que comenzaron a reflejarse en la habitante del geriátrico signos llamativos que rápidamente fueron notados por su hija «la veía rara, parecía dopada, el día de la madre me permitieron ingresar con mi papá al patio y la vi mal, media dormida y al otro día una empleada me dijo que a mi mamá le había salido una ampollita y que en el otro pie estaba colorado».
Esa aparente ampolla en el pie fue fotografiada por pedido de Vilma a una empleada que luego se la envió, esa fue la instancia en la que se llevó una desagradable sorpresa «en los dos talones tenía negro, una escara necrosada y fue algo que me conmocionó porque me decían que ella estaba bien» y en esa línea indicó que «las chicas que trabajan ahí son tan cómplices como la dueña porque mi mamá también tiene heridas en la espalda llena de escara, entre las piernas, los muslos y la parte de la vagina, a ella la dopaban para que no sintiera dolor, fue criminal lo que hicieron».
La mujer de 93 años de edad fue revisada por médicos de Semzar a pedido de su hija quien decidió trasladarla a otro geriátrico de calle Ameghino 540 donde se encuentra monitoreada constantemente «están mis abogados, iré a la justicia porque no puede seguir pasando esto» acotó Marquez y luego apuntó contra el municipio «la dueña me dijo que el geriátrico trabajará hasta diciembre porque como ella tiene 78 años, desde la municipalidad le dijeron que no puede estar al frente y es paciente de riesgo, eso le dijeron ahora porque saltó todo esto y ¿los meses atrás estaba bien?».
Además la denunciante aseveró que la responsable del geriátrico «me comentó que iba una doctora todas las semanas enviada por municipio, pasando por todos los geriátricos a tomar la temperatura por el COVID y que revisaba a los residentes, pero eso era mentira, solamente tomaba la temperatura en realidad». Para concluir instó a las autoridades municipales «que desarrollen otro sistema de control para cada abuelo, que revisen el cuerpo, los pies y las distintas partes del cuerpo». Hasta el momento el municipio prefirió referirse sobre este tema.