La Subsecretaría de Derechos Humanos bonaerense apeló la absolución de un médico acusado de controlar sesiones de tortura llevadas a cabo en el denominado circuito represivo Zárate-Campana, que funcionó durante la última dictadura cívico militar, informó el jueves la cartera provincial.
Se trata de Omar Edgardo Di Nápoli, que fue absuelto en septiembre último por el Tribunal Oral Federal N°2 de San Martín que juzgó los secuestros, torturas y violaciones sexuales en perjuicio de veinte víctimas, en el marco de la represión articulada entre el Ejército y la Armada en esos distritos y por los que fueron condenados Santiago Omar Riveros y Jorge Bernardo a penas de 18 y 22 años de prisión, respectivamente.
En su fallo del 7 de septiembre, el TOF 2 resolvió la absolución de Di Nápoli y se dispuso su inmediata libertad.
El tribunal, en «función del beneficio de la duda», entendió en esa oportunidad, que la prueba existente en la causa no constituía materia «suficiente» para probar su culpabilidad, precisó un comunicado de la Subsecretaría de Derechos Humanos provincial.
Ahora, la provincia de Buenos Aires, a través de la Dirección de Querellas y Crímenes de Lesa Humanidad, encabezada por Verónica Bogliano, presentó un recurso de apelación ante la Cámara de Casación Penal de la Nación, tras analizar los fundamentos del veredicto que el Tribunal Oral Federal N° 2 de San Martín dio a conocer el pasado 2 de noviembre.
El recurso planteó en primer lugar la «necesidad de que se tenga en cuenta el contexto de genocidio en el que fueron cometidos los delitos, también que ciertas prácticas que el tribunal consideró como torturas constituyeron en realidad delitos sexuales».
En relación a la absolución del médico, se hizo hincapié en que el tribunal «parcializó algunos elementos de prueba que lo ubicaban como responsable penal de los hechos», por lo que solicitó que la sentencia a Di Nápoli «sea anulada y se tengan en cuenta los testimonios que el tribunal desestimó debido a objeciones planteadas por la defensa».
Durante el juicio, varios sobrevivientes señalaron al médico como quien estaba presente en las sesiones de tortura y «controlaba» la aplicación de los tormentos.
«Sí, dale, dale que aguanta», dijo un testigo haberle escuchado decir a Di Nápoli; en tanto otra víctima oyó que a una persona a la que le decían «doctor» controlaba su estado y en un momento dijo: «pará que se nos va», según reprodujo el portal judicial Fiscales.gob.ar.
Fuente: Télam / Foto de Archivo