Nuevamente este fin de semana se produjo diversos encuentros multitudinarios encuadrados en fiestas clandestinas y gracias a la intervención de la Dirección de Prevención Urbana (DPU) se pudo desarticular e identificar a los organizadores y propietarios de los lugares.
Pese a las duras penas económicas que establece la ordenanza aprobada recientemente, que busca desalentar este tipo de encuentros con multas que van desde importes de $1.109.250 hasta un máximo de $6.655.500, se llevaron a cabo encuentros en los que intervinieron los agentes de la DPU.
En este sentido, uno de los operativos realizados este fin de semana durante la madrugada del viernes, tuvo lugar en las inmediaciones de Larrea y Gallesio; allí, en un domicilio particular, el personal de la Dirección de Prevención Urbana y miembros de la Secretaría de Seguridad, con apoyo de Prefectura Naval Argentina intervino para desactivar la fiesta que reunió a más de 140 jóvenes. La presencia de las autoridades puso fin a la fiesta
clandestina y además se realizaron controles de alcoholemia y de documentación de aquellos que se retiran en vehículos.
Otro de los operativos se realizó en el barrio El Mangrullo, donde se detectó la presencia de cerca de 70 personas. Mientras que la mayor aglomeración de personas se vio en una fiesta registrada en barrio Los Ceibos, donde también debieron intervenir las autoridades.
Más de 250 personas concurrieron a una convocatoria en una vivienda destinada a la realización de este tipo de eventos.
Al igual que en los casos anteriores, desde Dirección de Prevención Urbana y Prefectura Naval se presentaron en el lugar para impedir la continuidad del evento en desarrollo, que violaba varias de las normas vigentes. En todos los casos se labraron las actas pertinentes, por lo cual los organizadores pero también los propietarios de los lugares deberán enfrentar las sanciones establecidas.
«El carácter que tiene la ordenanza es la de intentar de que toda la ciudadanía tome conciencia de lo que significa los riesgos de las fiestas clandestinas no solamente por la cuestión COVID sino que también por el resto de las cuestiones que al no tener control, implica un serio riesgo» expresó en declaraciones a Fm Omega, el Secretario de Seguridad del municipio, Alejandro Cimiotta e insistió en que la ordenanza «no tiene un carácter punitivo ni recaudatorio, lo que intenta es generar conciencia para que no realicen estas actividades».
No obstante el funcionario municipal aclaró que las intervenciones se dan únicamente en fiestas clandestinas «he escuchado que decían que nosotros no íbamos a permitir las reuniones familiares y que esto era una cuestión casi autoritaria, por el contrario, todo lo que está permitido a través de los decretos nacionales y provinciales nosotros lo respetamos, lo que es fiesta familiar de cerca entre 10 o 12 personas apelamos a que bajen la música y no más que eso porque eso no es una fiesta clandestina así que no vamos a desarticularla».
En tanto que sobre la gestión municipal defendió «en estos años de gestión del intendente Osvaldo Cáffaro ha quedado claro muy en claro que es una gestión que busca el encuentro de las vecinas y vecinos, lo digo en un hecho concreto que se ve con todos los espacios verdes que se han generado todos estos años, los eventos culturales, la fiesta de fin de año en las que se convocaba a toda la población, entonces este es un año muy atípico y tenemos que estar muy atentos a esta cuestión».