Características
Una fuente consultada explicó que si bien es una cárcel que aloja a delincuentes de entre 18 y 21 años, la edad se flexibilizó hasta los 25 años, por lo que los condenados podrían pasar allí la primera etapa del cumplimiento de condena.
Campana es la ciudad más cerca de Zárate y será más fácil que los familiares puedan ir, pero además esta unidad -inaugurada el 12 de febrero de 2019 por la entonces gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal- tiene una capacidad de 616 plazas, con cuatro módulos que incluyen celdas, aulas, talleres y un polideportivo central.
Primera excepción para los rugbiers
“La 57” es una unidad modelo que aloja a delincuentes de entre 18 y 21 años. Si bien, en los últimos tiempos y con la intención de aliviar la superpoblación carcelaria juvenil, la edad se flexibilizó hasta los 25 años.
Máximo “Machu” Thomsen, Lucas Pertossi, Ayrton Violaz y Matías Benicelli tienen 23 años; Enzo Comelli y Ciro Pertossi 22 años; Luciano Pertossi y Blas Cinalli 21 años. Es decir, que los últimos dos estarían cumpliendo con una parte de lo preestablecido en la inauguración de hace cuatro años.
Segunda excepción para los rugbiers
A pesar de que los ochos condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa estarían cumpliendo su primera condena, todos tienen penas mayores a los 5 años. Esto significa que ninguno de los ochos cumple con la “misión” de ser una cárcel para que puedan reinsertarse en la sociedad.
Según lo expuesto por el Servicio Penitenciario Bonaerense, la UP57 fue creada para aquellos que estén cumpliendo una pena menor a los cinco años de reclusión, relacionada con delitos como robos, hurtos o encubrimientos. Los ocho rugbiers fueron condenados por “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves” del homicidio de Fernando y, los otros tres por participación secundaria en el mismo crimen.
La decisión, en caso de confirmarse el traslado de los ocho a este penal, difiere con lo que detalla la web: “La unidad ofrece a sus internos las herramientas necesarias para que ‘puedan empezar una vida lejos del delito’”. Ya que cinco de los ocho podrán “empezar su vida” dentro de medio siglo.